NOTA DE OPINIÓN – Juan Martin Gonzalez Cabañas – corresponsal en Moscú
El II Foro de la Multipolaridad, que tuvo lugar en la ciudad de Moscú el pasado 26 de febrero,
ha congregado a delegados provenientes de 130 naciones de todo el mundo para dialogar acerca de la imperiosa necesidad de consolidar un orden mundial multipolar y más equitativo.
La presencia de representantes de todos los continentes en este foro es la expresión del interés global en la búsqueda de un mundo que superé la influencia y predominancia de un solo polo de poder (Occidente: con sus epicentros en EEUU y Europa). La multipolaridad surge como una alternativa al sistema actual, el cual favorece a las potencias occidental predominantes en detrimento del interés de las otras naciones.
Durante las discusiones de la conferencia, se han examinado diversas propuestas y soluciones encaminadas a promover un equilibrio de poder más justo y equitativo, en el que sean respetadas la soberanía y la autodeterminación de todas las naciones.
El discurso inaugural estuvo a cargo de María Zajárova, portavoz oficial del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, quien destacó la urgencia de establecer una agenda unificada sin imposiciones previas, abogando por la cooperación y el entendimiento mutuo entre distintos continentes, países y filosofías.
El Ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov resaltó el actual rol de Rusia en su presidencia de los BRICS y la participación rusa en plataformas internacionales como la Comunidad de Estados Independientes(CEI), Unión Económica Eurasiática (UEEA), la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), el G20, así como otros formatos multilaterales que tiene como objetivo afianzar la Multipolaridad.
La crítica hacia la unipolaridad, las guerras y las llamadas revoluciones de colores fue un tema relevante y recurrente en el foro, especialmente por parte de los representantes chinos. El experto en relaciones internacionales Zhang Weiwei expresó la postura de China a favor de un modelo de «unión y prosperidad» en contraposición al enfoque occidental de «división y control». Weiwei señaló que a pesar de los esfuerzos de aislamiento por parte de Occidente, la mayoría de los países del mundo simpatizan con Rusia, mientras que el llamado Occidente Colectivo se encuentra cada vez más aislado a nivel global, lo que indica un cambio en la dinámica de poder internacional.
La ausencia de un equilibrio de poder desde la desintegración de la Unión Soviética ha generado un aumento en los conflictos en diversas regiones del mundo, planteando la amenaza de una guerra nuclear a escala global. La relevancia de esta situación se ve reflejada en la celebración de reuniones internacionales como el Foro de la Multipolaridad, en las cuales países rechazan el sistema unipolar actual.
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