Un estudio encontró que las larvas de libélula podrían desempeñar un papel importante en la regulación de las poblaciones de mosquitos. Si bien son más efectivas en su etapa larvaria, las libélulas adultas aún pueden comer hasta 100 y muchos más mosquitos por día.
Con este estudio, se pone bajo la lupa la posibilidad de implementar el control biológico para fomentar la aparición de depredadores naturales de los mosquitos y la libélula sería el depredador más efectivo. Recordemos que los mosquitos no son sólo una molestia de verano, transmiten serias enfermedades y con las alteraciones que sufre el ambiente, resultan incontrolables.
La implementación de libélulas como predador de los mosquitos sería la solución más inteligente, menos costosa, más efectiva pero sobretodo más amigable con el medio ambiente.