La jugadora española, Jenni Hermoso vivió un insólito momento con el presidente de la RFEF luego de que Rosales la besara sin su consentimiento durante la premiación como campeonas en el Mundial Femenino.
El presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, le dio un beso en la boca a la jugadora Jenni Hermoso, en un gesto que fue rechazado por las futbolistas, durante la premiación como campeonas en el Mundial Femenino de Australia-Nueva Zelanda.
La situación se viralizó en redes sociales, generando repudio a la actitud de Rubiales, quien durante la entrega de las medallas, de la que participaba junto a la Reina Letizia y autoridades de la FIFA, felicitó a las futbolistas españolas que derrotaron 1 a 0 en la final a Inglaterra, pero cuando fue el turno de Jenni Hermoso, la abrazó y besó en la boca.
Repudio generalizado en las redes sociales
Durante la ceremonia, la jugadora recibió las felicitaciones, pero se vio sorprendida por el gesto del titular de la RFEF. La imagen generó repudios y diversos comentarios en las redes sociales, al margen del intento de minimizar la situación y darle entidad de «gesto de cariño».
«Es una celebración espontánea que sale así, los dos son muy amigos», señalaron voceros de la RFEF a la agencia AFP, aunque la reacción de las futbolistas pareció indicar lo contrario.
«¡Que no me ha gustado, eh!», dijo Jenni Hermoso riendo en un vídeo en el que se muestra el festejo en el vestuario, en lo que parece su respuesta a las bromas de sus compañeras.
La palabra de Jenni Hermoso
No obstante, luego se difundieron declaraciones de la propia futbolista por el canal oficial de comunicación de la FREF, en las que afirmó: «Ha sido un gesto mutuo totalmente espontáneo por la alegría inmensa que da ganar un Mundial. El presi y yo tenemos una gran relación, su comportamiento con todas nosotras ha sido de diez y fue un gesto natural de cariño y agradecimiento».
El descargo de los ministros españoles
Pese a las palabras de los protagonistas, los ministros y parte de los medios de comunicación se enfadaron por el gesto.
El ministro de Cultura y Deporte en funciones, Miquel Iceta, dijo el lunes en la radio RNE que el beso era inaceptable y pidió a Rubiales que diera explicaciones y se disculpara.
Un beso no consentido es «una forma de violencia sexual que sufrimos las mujeres de forma cotidiana, y hasta ahora invisible, y que no podemos normalizar», dijo la ministra de Igualdad de Género en funciones, Irene Montero, en la red social X, antes conocida como Twitter.
La ministra de Derechos Sociales en funciones, Ione Belarra, quien pertenece al partido de Montero, se preguntó «si hacen eso con toda España mirando, qué no harán en privado».
Una columna del diario El País, uno de los más vendidos de España, titulaba el lunes por la mañana: «A Jenni no le gustó el beso de Rubiales, a nosotras tampoco», calificándolo de «intrusión», «invasión del espacio propio» y «agresión».
Las cuestiones de género son un tema de gran calado en España. El Gobierno socialista ha presidido una serie de reformas legales en torno al cambio de género, el aborto y el trabajo sexual, pero una laguna en su ley sobre el consentimiento sexual permitió a violadores salir de la cárcel, lo que resultó en una pérdida electoral significativa para el partido de izquierdas de Montero, Podemos, parte de la coalición de Gobierno, en las elecciones de julio.
@Ambito
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