Un día después de haber acusado al Gobierno de pedirle coimas a la farmacéutica Pfizer y, tras recibir la desmentida de la propia empresa y con una serie de denuncias penales en camino, Patricia Bullrich comenzó a desdecirse.
Dejó de afirmar que el Gobierno buscaba «retornos» de Pfizer para dejar entrar la vacuna al país y pasó a sostener que lo que quería era «un intermediario nacional». Lo cierto es que la farmacéutica ya desmintió ambas cosas.
La presidenta del PRO recibió escasos apoyos de los dirigentes de su espacio político, mientras sigue acumulando críticas desde el oficialismo y se avecinan las presentaciones judiciales en su contra.
Aunque luego intentó cambiar sus palabras, lo que Bullrich dijo en televisión fue: “Ginés González García dijo que para firmar un contrato con Pfizer tenía que haber un intermediario, que es el mismo de AstraZeneca, Hugo Sigman. Y Pfizer le dijo que no se podía. La actitud de González García fue intentar tener un retorno. Eso el Presidente no lo ignoraba». Por si quedaban dudas de que estaba atribuyéndoles un delito, luego afirmó que eran «crímenes» y que debían ser investigados por «los fiscales de la Nación». Incluso, dijo que había que citar a Pfizer porque ellos iban a decir «la verdad».
Pfizer salió a las pocas horas con un comunicado y dice lo contrario de lo que afirmaba Bullrich: «Pfizer no ha recibido peticiones de pagos indebidos en ningún momento. La compañía no cuenta con intermediarios, distribuidores privados o representantes para la provisión de la vacuna covid-19«. Ni las coimas, ni el intermediario. Luego de esto, Bullrich siguió como si nada: «El comunicado de Pfizer no niega nada de lo que yo digo«.
Al día siguiente, Bullrich ya estaba cambiando lo que dijo: ahora ya no son coimas, sino el pedido de un intermediario. “Pfizer tiene razón, no le pidieron coimas –se desdijo menos de 24 horas después–. La realidad es que Ginés González García exigía la existencia de una contraparte argentina”. “Para firmar el contrato tenía que haber un componente nacional. Esta es la matriz de la forma en la que trabaja el kirchnerismo: poner a un Cristóbal López o a un Lázaro Báez, a alguien que me garantice que voy a tener participación”, indicó. No es lo que había dicho en el programa televisivo.
Críticas y denuncias
El abogado Gregorio Dalbón, que representará al Presidente en la querella, anunció que pedirá que Pfizer también sea convocada a formar parte de la causa y también confirmó que si hay condena, el dinero que se le obligue a pagar a Bullrich será donado al Instituto Malbrán.
También el ex ministro de Salud Ginés González García anunció que presentará una demanda penal y otra civil.
«Bullrich busca titulares en los diarios porque solo piensa en las próximas elecciones», afirmó el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, quien advirtió que «va a tener que responder en la Justicia lo que dice en los medios». «Se cruzó un límite y como dice el Presidente no tiene que ver con un agravio personal, sino con continuar con esta idea de generar más miedo a aquel que tiene miedo, seguir generando incertidumbre y mentir permanentemente», indicó.
Por su parte, el embajador argentino en España, Ricardo Alfonsín, le dijo: «Tenemos muchas diferencias ideológicas, Patricia Bullrich, pero tus últimos dichos han cruzado líneas rojas que no son ideológicas, son de otro orden. Seguro que ni vos creés lo que has dicho. No todo vale en política».
El viceministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, advirtió que «lo de Bullrich es preocupante porque es mentir y generar odio y tiene relevancia porque es la presidenta del principal partido de la oposición».