«Sigo la situación en Afganistán con gran preocupación, y comparto el sufrimiento de quienes lloran por las personas que perdieron la vida en los atentados suicidas del 26 de agosto, y de quienes buscan ayuda y protección», manifestó el Papa Francisco durante el tradicional rezo del Ángelus.
El Papa agradeció el esfuerzo de «quienes trabajan para ayudar a las personas que han sido tan probadas, especialmente las mujeres y los niños», e instó a seguir ayudando a los necesitados y a rezar para que «el diálogo y la solidaridad lleven a la instauración de una convivencia pacífica y fraterna y ofrezcan esperanza para el futuro del país».
Los talibanes dejaron claro que aspiran a un «traspaso completo» del poder, si bien anunciaron luego la disposición de negociar la creación de «un gobierno transparente, inclusivo e islámico».Desde el retorno de los talibanes, miles de afganos —excolaboradores de las tropas aliadas y representantes de minorías perseguidas por los fundamentalistas— intentan escapar del país, pero su evacuación se vio en peligro tras el atentado que causó el 26 de agosto más de 200 muertos, entre ellos 13 militares estadounidenses, y otros tantos heridos cerca del aeropuerto de Kabul. El ataque fue reivindicado por la rama afgana del ISIS (grupo proscrito en Rusia por terrorista).
/Sputniknews