En la provincia de Neuquén, decenas de conductores fueron testigos de un hecho insólito cuando se encontraron en mitad de la ruta 22, en la localidad de Senillosa, con un cadáver tirado sobre el asfalto y su ataúd a un costado, abierto de par en par.
La lúgubre escena, que aterrorizó a varias de las personas que circulaban por la zona, fue consecuencia de un accidente que ocurrió cerca de las 13.30 de este domingo en la mencionada localidad ubicada a unos 30 kilómetros de la capital provincial.
Todo sucedió cuando el conductor del coche fúnebre, que trasladaba el cuerpo de un difunto desde la ciudad de Plottier hasta la de Picún Leufú, realizó una maniobra brusca y como consecuencia el féretro se desprendió de los agarres que le habían colocado y empujó la puerta trasera del vehículo, que funciona con un sistema neumático.
Por esa razón, el cajón salió despedido del rodado e impactó contra el asfalto, se abrió y el cuerpo del difunto que estaba en su interior terminó tendido en plena calle, para el asombro de los conductores que pasaban por el lugar.
Un transeúnte llamó al 911 y a los pocos minutos llegaron algunos policías que cortaron el tránsito y volvieron a colocar al difunto dentro del ataúd. La Coope se comunicó con los familiares de la persona fallecida para pedirles perdón por lo ocurrido.
Las imágenes del cajón abierto en plena calle y de los policías resguardando la escena circularon por las redes sociales durante todo el día y cientos de usuarios quedaron horrorizados por lo que había pasado.
Desde la Cooperativa de Servicios Públicos de Plottier (Coope), entidad que estuvo a cargo del traslado, explicaron que, según el testimonio del conductor, todo fue culpa del deterioro de la calzada en ese tramo de la ruta, según publicó el diario La Mañana de Neuquén.