“El mosaiquismo es una práctica de atención plena, es una forma de meditación, con un alto impacto positivo para la salud mental que genera bienestar, tranquilidad, beneficios psicomotrices y hasta un aumento del autoestima”, consideró la profesora Helga Yelpo.
“Es un arte antiguo que se realiza con piezas pequeñas que se llaman teselas. Con diferentes materiales, se pueden crear diseños figurativos o geométricos, la posibilidad de crear a través de la unión de las piezas es infinita”, agregó.
“Podemos hacer espejos, cajas de té, mandalas e incluso reciclar. En el curso vemos los materiales como azulejos, pegamentos, cemento, hierro, vidrios, pastinas y el proceso de fraguado. En base al proyecto de cada alumno vamos analizando los materiales”, explicó Yelpo.
“Hace ocho años que me dedico al mosaiquismo. Soy diseñadora gráfica y desde hace veinte años doy diferentes talleres con técnicas mixtas. Hay mucha gente que empieza con un hobbie y termina convirtiéndolo en un emprendimiento. Tengo alumnas que ya participan en las ferias del MADA (Mercado de Artes, Diseño y Artesanías)”, detalló.
