La candidata Isabel Díaz Ayuso del conservador Partido Popular (PP) duplica sus escaños tras absorber todo el voto de la agrupación Ciudadanos, que desaparece. La izquierda seguirá en la oposición, donde permanece desde 1995: la levantada del partido Más Madrid no logra compensar el desplome del PSOE (Partido Socialista) que sufre su primera gran derrota desde que Sánchez llegó a la presidencia y el líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, renuncia a todos sus cargos.
Ayuso tendrá dos años más al frente de la Comunidad de Madrid tras una jornada triunfal. Ha devuelto al PP a porcentajes de voto por encima del 44%. Le basta con la abstención del partido de ultradereecha Vox, que ya tiene garantizada, para quedarse al frente de Madrid. No habrá suspenso porque la candidata de la extrema derecha, Rocío Monasterio, tardó apenas un minuto durante su comparecencia de anoche en decir que el PP puede contar con ellos, siempre que no haya ningún acuerdo entre populares y el PSOE.
Pero el adelanto electoral madrileño, donde la izquierda ha cosechado una derrota estrepitosa, deja nuevas sacudidas para esa montaña rusa que es la política española. La mayor, la despedida de Pablo Iglesias, que deja todos sus cargos y señala, de nuevo, a la vicepresidenta tercera y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, como sucesora. Después de subir tres diputados (de siete a diez) y calificar el resultado global de la izquierda como un fracaso, anuncia que se marcha tras verse convertido en «un chivo expiatorio» que «moviliza a lo peor de los que odian la democracia».
El PSOE, por su parte, se deja más de 270.000 votos y no solo pierde la condición de primera fuerza sino que cae al tercer puesto por el sorpaso de Más Madrid y su candidata revelación, Mónica García.
Decidió cruzar todas las líneas rojas en la campaña pero la extrema derecha sube un escaño en Madrid y se mantiene como cuarta fuerza, gracias a la desaparición de Ciudadanos, que Abascal no tardó en celebrar.
La conclusión de otra jornada de vértigo en la política patria es que Isabel Díaz Ayuso gobernará de la mano de Vox porque se siente muy cerca de un partido que es una escisión del PP (muy emparentado con algunos sectores del partido que ella conoció en Madrid), aunque públicamente se haya distanciado de algunos de sus planteamientos más xenófobos. Igual que los votantes de Abascal, cómodos con el Partido Popular que encarna la dirigente madrileña. «Felicito muy efusivamente a Isabel Díaz Ayuso», dijo el líder de Vox antes de celebrar «la derrota del Frente Popular» en Madrid.