En los barrios y departamentos sanjuaninos se repite el mismo sentimiento en los vecinos. Se sienten olvidados por la élite política tradicional y la mayoría de los partidos políticos. Esa apatía es culpa de todos, no es que a la gente no le interese la política, sino que los vecinos sienten que solo se les usa cuando llega época electoral. Para los sanjuaninos es muy importante la cercanía, y la cuestión personal es clave. Necesitan poder confiar en quien pretende gestionar por ellos.
Por Julio Benedetto.
San Juan es hermosa. Depende qué es lo que nos interese más, todos tenemos algo en San Juan que nos encanta. Ya sea algo de nuestras raíces, alguna actividad que se lleve a cabo, o un lugar concreto. San Juan es hermosa, sí. Pero podría serlo más.
Cuando uno se mueve bastante, con tan sólo prestar oído a la gente se aprende mucho. Más aún si uno le pregunta a los vecinos y pacientemente los escucha mientras se expresan. Porque a diferencia de esa idea elitista de que la opinión que importa es de “los que saben”, todo el mundo tiene sus ideas. No sólo es que sean válidas, sino que se puede aprender muchísimo de cada sanjuanino.
Puede que haya muchas cosas que nos dividen: si San Martín o Desamparados, si mejor el verano por la pileta o el invierno por abrigarse, si el asado con o sin achuras… Por no mencionar la polarización que se da si se entra en un tema político, con tanto odio que se anda sembrando y en el que ya más que pensar en un proyecto colectivo todo se resume en elegir a quién se odia más.
Sin entrar en elegir bando, por más que le extrañe a alguno hay puntos en común en el que coinciden casi todos los sanjuaninos. Tanto por los barrios como por los departamentos más alejados hay un sentir general en los vecinos de sentir que la política es algo que les pasa de lejos.
Muchos se sientes abandonados, gana cada vez más fuerza esa idea de que “todos son iguales”, porque (tal vez con razón) entienden que los políticos viven en una burbuja, en una realidad muy diferente a su vida cotidiana. Esa queja es muy cierta respecto a aquellos que pasada la campaña y conseguida la oficina, ya no salen de ella.
Nadie va a hablar con ellos, mucho menos a escucharlos. Los políticos se extrañan que la gente esté desencantada, pero los vecinos entienden la política como algo ajeno, que no está en su vida porque entiende que va aparte de ellos. Otros deciden, otros consiguen, otros se reparten.
Esa apatía es culpa de todos, no es que a la gente no le interese la política, sino que los vecinos (otra vez con razón) sienten que solo se les usa cuando llega época electoral. Después todos se olvidan de ellos. Pero si uno se acerca, todos tienen muchas ideas, inquietudes, preocupaciones.
¿Cómo no van a sentirse que la cosa no va con ellos? Si hasta hay temas que por intereses muy lejanos a su calle, su barrio o su departamento, se termina queriendo defender cuestiones que van en contra de los sanjuaninos. ¿Qué vecino puede estar a favor de pegarse un tiro en el pie?

Porque la política no es una cuestión de siglas, ni de colores partidarios. La política en su concepción más de raíz es el arte de gestionar lo colectivo. En eso todo el mundo tiene y puede aportar, no es cómo algunos pretenden algo para aquellos que tienen un título universitario.
Para el sanjuanino es muy importante conocer o haber visto en persona a aquel que quiere arrogarse con el título de representarlos. Lo cierto es que nadie o casi nadie se acerca a ellos. No es cosa de rodearse para una foto de aquella “militancia” que está de acuerdo con el político de turno.
Los vecinos tienen mucha idea de cómo se puede mejorar varias cosas. No sólo eso sino que muchos al sentirse abandonados hacen lo que está a su alcance, porque por más que nos intenten dividir, sigue habiendo sanjuaninos que tienen un concepto de lo colectivo. Están los que barren no sólo su vereda sino la del vecino y su parte de calle. Los que riegan la placita que tienen cerca o los árboles que pueden. Aquellos que dan una mano a los que lo necesiten, o incluso a los animales que no tienen ni agua.
Para todos en la provincia es muy importante la cercanía, y la cuestión personal es clave. Necesitan poder confiar en quien pretende gestionar por ellos. Y éstos últimos podrían aprender mucho del pueblo si les interesara más allá de traducir todo en número de votos.
Ahora que entramos en la carrera electoral todos quieren mostrarse como cercanos a la vecindad, pero eso no puede pasar por un par de fotos bien arregladas pareciendo que son del pueblo. La gente no es tonta.
Habría que ver quien está dispuesto a hacerlo en serio, en ir a sentarse con los sanjuaninos que no suelen salir en las fotos, aquellos que se sienten abandonados y que por su calle no pasa nada ni nadie. Nadie tiene ganas de escuchar a alguien que venga como cada cuatro años a prometer un montón de cosas que ya nadie cree. Quieren alguien que haga, no mienta, y sobre todo alguien que los escuche y los respete.
San Juan es hermosa, pero podría serlo más. La desidia se combate con honestidad. Y la apatía con la cercanía.
Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de Ahora San Juan.