miércoles, septiembre 10, 2025
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La vacuna contra los endeudadores es más necesaria que la del Covid.

«44 millones es nuestra población como país, es decir que equivale a robarle a cada argentino, desde un recién nacido hasta el más viejito de nuestros conciudadanos, unos mil dólares. Eso es lo que hicieron, endeudarnos a cada uno por el solo hecho de estar en este suelo, sin distingos de credo, raza, religión o condición social«. Por Rafael Ibañez.

Hablar de deuda externa, default, FMI y “honrar los compromisos” siempre han estado en el diccionario de nuestra vida como país desde la dictadura militar impulsada por lnglaterra y EEUU que derrocó a Perón en 1955.
La llamada “La Libertadora” por los golpistas y “La Fusiladora” por el peronismo, en 1956 de la mano del dictador Aramburu hizo sus deberes con los patrocinadores y Argentina fue sumada al club de países deudores del nefasto Fondo (1), una herramienta de presión y control a partir de generosos préstamos que siempre tienen como contrapartidas exigencias que cortan la soberanía y privilegian las privatizaciones para grandes grupos y multinacionales junto al freno de las políticas públicas de todo orden, incluyendo las sociales.

El mecanismo es un calco de cuando uno pide un préstamo en una financiera, que de entrada prometerá mucho y te llenará de ilusiones con “toda esa plata que tendrás en tus manos de manera fácil” pero que sus intereses, condiciones y formas de pago serán muy duros y a veces impagables. El negocio es ese, como el de las tarjetas de crédito, que siempre estés endeudado, que pagues y nunca dejes de pagar.
La gente en su afán de adquirir algo mira el valor de la cuota y no se fija ni en lo que está firmando, que no es más que un pagaré que se puede ejecutar judicialmente y los valores finales de lo que terminará pagando con tasas variables será al menos el doble de lo pedido.
Si uno no cumple el hermoso objeto  adquirido con el préstamo se convierte en la muestra de la pesadilla: refinanciaciones de deuda, préstamos para pagar ese préstamo, embargos de sueldos y causas judiciales que te meten en el Veraz y no podrás adquirir más financiación en años. Si no pagás, tu vida es un infierno y si pagás el costo será mayor que el beneficio.

Un dato para nada menor es que la mayor ganancia de las entidades financieras que hacen préstamos personales proviene de los morosos, es decir de las multas aplicadas y refinanciaciones de quienes quieren pagar pero se atrasaron, no pudieron o fueron irresponsables con los vencimientos. Es mucho más beneficioso un moroso que quiere pagar que un cliente cumplidor.

Con los países, el prestamista FMI usa la misma lógica, que no es ni más ni menos que lo llamamos usura. Dicho sea de paso, la usura, es decir la aplicación de intereses y condiciones extorsivas, estaba prohibida y era un pecado para la iglesia católica medieval.

Como decía, con los países el negocio financiero tiene la misma forma pero empaquetada en hermosas palabras que no se saben que significan como stand-by, facilidades extendidas, waivers y muchas más.

La gigantesca diferencia entre una víctima de los prestamistas personales y los negociadores de deuda de un país, es que los primeros sufren en carne propia los errores cometidos, deben pagar con más de lo que tienen hipotecando su futuro y dañando su propia salud, en cambio los que contraen los créditos de números inimaginables en nombre de una nación no sufrirán ningún problema financiero ya que lo paga otro, cobrarán un mejor y abundante sueldo, sumarán  “prestigio y contactos” y es 99,9%  probable que sean parte del grupo de los beneficiados por las comisiones de tales operaciones mega millonarias. 

¿Cómo se le dice a una persona que pide un préstamo, lo recibe, lo usa, se da la gran vida y nunca paga?. Un estafador, alguien que roba a través del engaño.
En el mundo de los préstamos personales existen los que se aprovechan de los puntos débiles y acometen ilegalmente a riesgo de ser capturados e ir presos. En el universo de los préstamos internacionales el estafador no va preso y disfruta de una mejor vida, la única condena que puede recibir es el descrédito político. Es la estafa perfecta con ganancias imposibles de generar “trabajando”.

Si alguien arrebata en la calle un celular, supongamos un Samsung Z Flip plegable que sale unos mil dólares a precio internacional, y es atrapado va preso. Posiblemente la víctima de dicho robo salga desesperada detrás del ladrón y la gente lo ayude a atraparlo, y si lo hacen es probable que reciba una golpiza. Aunque esto último no esté bien es parte de nuestra realidad y no podemos negarla. Se pedirá justicia y cárcel, que no salga rápido y que sufra el escarmiento sin que pase como por una puerta giratoria en la comisaría.

Ahora bien, cuando alguien en 5 minutos consigue un préstamo para el país por 44mil millones de dólares sin saber qué se hizo con ese dinero y sin que se vea ni un poste pintado con esa plata, lo que vemos es un robo, una estafa. ¿Cuán grande es esa suma?.
Para ejemplificar veamos cuántos Samsung Z Flip debe robar alguien para alcanzar esa cifra. La cuenta es dividir 44.000.000.000 por 1000 y nos da 44 millones de celulares de altísima gama. Mil dólares son alrededor de 210mil pesos con la cotización actual del «blue».

44 millones es nuestra población como país, es decir que equivale a robarle a cada argentino, desde un recién nacido hasta el más viejito de nuestros conciudadanos, unos mil dólares. Eso es lo que hicieron, endeudarnos a cada uno por el solo hecho de estar en este suelo, sin distingos de credo, raza, religión o condición social.

Fatal error cometerá el gobierno de Alberto Fernández si no avanza en la investigación de la deuda adquirida por Macri, si no se transparenta qué se hizo, quienes se beneficiaron y se condena a los culpables. Esta es la vacuna más importante para que sirva de ejemplo y nadie vuelva a estafarnos para “darle la plata a sus amigos” como dijo el presidente alguna vez. 

Puede ser entendible, aunque no comparta, que se decida negociar pagando y adquiriendo otro compromiso de deuda con el prestamista para no entrar en el “Veraz mundial” llamado default, pero si no se actúa legislativa y judicialmente contra los culpables de semejante delito contra la nación este gobierno terminará, al menos, validando la estafa y abandonando los principios políticos e ideológicos  que dijo tener.

No alcanza con pedir autocríticas al FMI por el negocio fabuloso que ellos hicieron y solicitar que Macri y sus secuaces “se hagan cargo”. Ninguno de los dos actores hará eso, es más un discurso para la tribuna que otra cosa.

Es bueno para nuestra democracia saber que este acuerdo deberá pasar por el Congreso y debería tratarse no solo lo genérico o lo dicho por los comunicados de prensa, es importante que se sepa con detalle lo que se acuerde. Pero ello no servirá de mucho si en paralelo no se aclara, investiga y condena a los culpables del gobierno anterior.

Sin esta vacuna, la más necesaria de todas para la salud institucional, el virus del FMI estará permanentemente y los portadores serán siempre los herederos de las dictaduras que arrancaron en el 55, de Menem, Del Rua, Cavallo y Macri.

1- https://museodeladeuda.econ.uba.ar/19-de-abril-de-1956-ingreso-de-la-argentina-al-fmi/


Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de Ahora San Juan

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