Se trata de una fuerte suba en uno de los componentes de la tarifa total, que impactará solamente sobre usuarios residenciales que están catalogados como “Nivel 1 de la segmentación” y que renunciaron o no pidieron los subsidios a la energía.
En paralelo, se mantendrá por tres meses -hasta mayo- el congelamiento de las tarifas para los hogares N2 (ingresos bajos) y N3 (ingresos medios) “hasta tanto se ponga en vigencia el nuevo sistema de subsidios que considerará la capacidad de pago de cada consumidor”.
En la resolución publicada este lunes, el Gobierno enumeró una larga lista de motivos que lo llevaron a tomar la decisión de subir el precio mayorista. En primer lugar, detalló que la medida responde a una política del Gobierno anterior de “no transparentar los costos reales del suministro eléctrico”.
También se amparó en la declaración de la emergencia del Sector Energético Nacional que se declaró el 16 de diciembre del año pasado, seis días después de la asunción de Javier Milei, y que tiene vigencia hasta el 31 de diciembre de este año.
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