La nueva carta de Cristina define cuál es el principal tema a resolver para los argentinos en los tiempos políticos que vienen: el acuerdo con el FMI por la gigantesca deuda contraída por Macri.
A diferencia de otras épocas, la carga no recaerá en el ejecutivo solamente, aunque “la lapicera la tenga el presidente”. Por primera vez se debe aprobar en el Congreso cualquier acuerdo con el FMI. No es prerrogativa del presidente y/o la vicepresidenta.
La propia vice lo dice así: “No es Cristina… son los y las 257 diputados y diputadas y 72 senadores y senadoras quienes tienen la responsabilidad legal, política e histórica de aprobar o no cómo se va a pagar y bajo qué condiciones la deuda más grande con el FMI de todo el mundo y de toda la historia”.
La marcada de cancha es fenomenal, ya que pone a todos los que hoy están jugando a la interna nacional por el 2023 en una posición incómoda. Nacional porque compete a todos, los que están en el gobierno federal, gobernadores, intendentes bonaerenses -por ser cuasi gobernadores-, senadores, diputados y jefes políticos de todos los frentes. No se salva nadie.
La “incomodidad” surge de que ningún competidor de esta carrera al 2023, que se disparó después de las elecciones, podrá sacarle el traste a la jeringa. Quieran o no van a tener que decir sí o no a la propuesta de acuerdo con el FMI que se tenga, asumiendo la responsabilidad y el costo político por ello.
Ya no podrán solamente opinar, deberán decidir. Ya no alcanzará con campañas de caras felices y futuros hermosos haciéndose los distraídos, porque a esta pared no la van a poder evitar. Vale para todas las fuerzas políticas.
Hoy como sucediese otras veces en nuestra historia el tema de la deuda externa será bisagra.
Ni bien terminadas las elecciones estuvieron los “festejos” del día de la militancia donde el gobierno nacional mostró la remontada de la provincia de Buenos Aires como una victoria “nacional propia”, cosa que no era. Se perdió por 100mil votos pero estaba tan mal el arranque que hubo alegría por el logro, pero ¿de quien?.
Nacionalmente el FdT ganó solo en 8 distritos, incluido San Juan, pero en su carta también CFK pone los puntos sobre las íes: ganó nacionalmente JxC y fue la peor elección del peronismo desde el retorno a la democracia en 1983.
El 26/11 Ahora San Juan reproduce una nota publicada en Página 12 donde pone al Frente de Todos en una disputa camino al 2023 con dos supuestos sectores: peronismo territorial vs kirchnerismo.
La nota que expresa algo escuchado por estos lados con fuerza, que hay lugar para algunos gobernadores con aspiraciones muy altas y cercanos al presidente, que junto a un puñado de intendentes bonaerenses, miembros de la CGT y algunos movimientos sociales conforman este “peronismo territorial” que piensa vencer al llamado kirchnerismo en las próximas PASO dentro de dos años.
No cabe duda que el artículo fue escrito a medida del oficialismo nacional.
No muy diferentes son las noticias de Juntos por el Cambio, Macri diciendo que “todo cura quiere ser Papa” por las aspiraciones de Larreta y ahora Carrió metiendo nafta a la disputa de una interna donde todos ya se ven victoriosos.
En ambos lados las noticias hablan de lo mismo: las internas. Es decir, que para un sector de la dirigencia el problema central es ella misma, qué será de su futuro y qué lugar ocupará es lo más importante, y oculta y muy lejos se ve la problemática central que coloca CFK pateando el tablero.
La carta reparte naipes a Fernández, a los aspirantes, al Frente de Todos y a la oposición.
Al presidente le traza una línea roja usando sus propias palabras dichas en el discurso del 9 de Julio en Tucumán: “mi modelo sigue siendo San Martín, Güemes y Belgrano. Nunca esperen de mí que firme algo que arruine la vida del pueblo argentino, nunca, nunca”. Si no lo hace pierdan cuidado que le va a pasar la factura.
Querido lector, sea de sus amores o no, la vicepresidenta es una de las pocas voces que hoy pone agenda con sus escritos: desde un libro hasta sus cartas.
Es preciso decir que no es aconsejable minimizar o considerar que su poderío es fuerza del pasado, como tampoco nada se puede hacer en este país sin contemplar la provincia de Buenos Aires, ese mini gran país donde se disputan las grandes batallas.
Finalmente, luego de las elecciones y en esta especie de post pandemia y nueva normalidad, la agenda postergada por el Covid vuelve con fuerza y las luchas políticas serán muy fuertes teniendo como principal batalla la de la deuda con el FMI.
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