En los momentos críticos la humanidad tiene grandes logros. Momentos históricos que surgen de los lugares más inesperados. A veces productos del dolor, ira, rabia, alegría, o tratando de buscar un camino para tomar fuerzas.
Ahora San Juan conversó con Alejandra Monardez que junto a su familia atravesaron uno de los momentos más dolorosos en el 2013, la pérdida de un hijo de tan sólo 8 años por ser víctima de encefalitis producto de la varicela. Un dolor que los hizo ver más allá y empezar la lucha por la que hoy miles de niños y niñas tienen derecho a tener la vacuna contra la varicela de modo gratuito.

«Un día Benjamin me dijo, ‘tengo algo’. Lo revisé y tenía una ampollita en la axila, le dije «creo que es varicela», por lo que me acordaba. A mi me dió a los 14 años. Al otro día tenía más así que fuimos a la clínica. Supuestamente todo iba normal», relata Alejandra. En un lapso de tan sólo 3 días el desenlace fue el peor de los esperados.
«A veces los médicos te dicen ‘cualquier cosa avisame y una no sabe que es “cualquier cosa”. A mi me dijeron que si vomitaba era normal, y cuando vomitó era porque ya tenía encefalitis, también me dijeron que si le daba fiebre era normal y eso también era síntoma de encefalitis´«, recuerda sobre aquella semana de octubre. «Hay que dar más información«, solicita hoy.
Benjamín fue el primer hijo de Alejandra, con Esteban Olivares. Luego ellos se separaron y Alejandra formó pareja con quien se convirtío el el padre de sus otros hijos: tres varones (Juan Cruz, y los gemelos Alejo y Maximo), y una niña que llegó luego de la muerte de Benjamín, a los pocos meses, quedó embarazada de Guadalupe.
Benjamín falleció el 9 de octubre del 2013. El 11 de octubre, en la casa de Alejandra se encontraba su madre, el padre de Benjamín, cuando la abuela del niño dijo «tenemos que hacer algo, llevar vacunas a los lugares alejados«. «Esteban, conocía a quien era diputado por aquel entonces (2013),Gastón Díaz Pizarro». Junto a Pizarro idearon el Proyecto Benjamín, que se empezó a movilizar por redes sociales y muchos artistas nacionales enviaron su apoyo, personas conocidas y desconocidas se sacaron selfies con un cartel que decía “Sí Al Proyecto Benjamín”.
Algunos de los primeros en apoyar el proyecto fue el Sub 17 de la selección de fútbol que por aquel entonces estaba en Dubai. También jugadores de River, en el 2014, se unieron al proyecto enviando su foto, La Beriso viralizó el proyecto en sus conciertos colocando una pancarta de fondo. Estos son solo algunos ejemplos de hasta dónde llegó el pedido de Monardez-Olivares para que el dolor por la muerte de su hijo se transformara.
Es importante recordar que en medio del duelo esta familia, con niños pequeños por los cuales ocuparse, puso su dolor como un motor para que esto “no volviera a pasar”. Alejandra relata que ese año muchos niños fueron internados por varicela y sus consecuencias. “Los médicos me explicaron que a veces viene un estilo de cepa más fuerte”.
El 4 de junio del 2014, menos a menos de un año de iniciado el Proyecto Benjamín, Cristina Fernández (en ese momento presidenta del país) anunciaba que el calendario de vacunación se actualizaba con la inclusión de las vacunas contra la varicela, meningitis y rotavirus. La distribución oficial a las provincias de las dosis para niños y niñas de 15 meses inició el 14 de julio.

«A veces no había dormido en toda la noche y una radio me llamaba a las 7 de la mañana y nosotros sacamos fuerzas para atender a todas las llamadas. Si ese esfuerzo sirvió para que un niño se vacune siento que se logró el propósito. Hasta el dentista de mis hijos me dice “Ale, yo te agradezco mucho porque a mis hijos los he vacunado”, además él lo conoció al Benja«.
El 9 de octubre, desde el 2019, es el «Día Provincial sobre la Concientizacion de la Concientización de la Vacunación Infantil”. Aniversario de la muerte de Benjamín Olivares Monardez.
«Con Benjamín nunca ningún médico me recomendó que comprara la vacuna ni de varicela, ni de meningitis, ni de rotavirus. Ellos siempre controlan el carnet obligatorio y gratuito. Yo ni siquiera sabía que existía esa vacuna, estaba tranquila porque veía que el carnet estaba completo, con los días, fecha, todo según su edad», recuerda Alejandra. Sin embargo resalta el buen trabajo de los medicos que atendieron a su hijo.
«Cuando me preguntaron si tenía la vacuna pensé que podía estar en algunas de esas que dice doble, triple, pero no estaba. Así nos enteramos que era una vacuna que se compraba, yo estaba tranquila pensando que todos mis hijos tenían todas las vacunas«, relata sobre los días previos al 9 de octubre.
A los pocos días de la muerte de Benjamín, sus otros tres hijos tuvieron la eruptiva. «Yo me quería morir, pensé que todos mis hijos se iban a morir», recuerda con una voz que hace entender el terror del momento. «Estas son cosas que pasan, me dijo una pediatra que conocí y me contuvo mucho en ese momento».
Alejandra está en un grupo de Facebook que reúne a personas que hayan perdido un hijo por algún motivo. El 9 de octubre fue el aniversario del fallecimiento de Benjamín y su madre decidió publicar una foto con un mensaje en su honor. Allí conoció a otras madres que habían perdido a sus hijos por la varicela. Algunas antes del 2015, año donde la vacuna contra la varicela, meningitis y rotavirus ingresó al calendario de vacunación obligatorio y gratuito, y otras luego del 2015, por falta de vacunas. “La mamá de Santino, contó que a su hijo le dió varicela y no podía respirar, le dijeron “es mañoso”. A Santi le dio una neumonía y se asfixió”. “Se puede complicar de muchas maneras, encefalitis, neumonía, hepatitis, meningitis”.
«A Santino le tocaba la vacuna en mayo del 2015, y desde enero del 2015 no habían vacunas disponibles. Si para ese niño hubiera estado disponible, porque ya era gratuita y obligatoria no hubiese fallecido. Es cierto que pasa un caso cada 100mil, pero pasa».
Su hija más pequeña fue una de quienes obtuvo la vacuna de modo gratuito y obligatorio. «Hasta le sacamos fotos». «¿Cómo fue el embarazo de Guada?», le preguntó Ahora San Juan a Ale. «No me acuerdo de mucho, yo me quería morir, no por el embarazo, sino por lo demás, estaba demasiado triste, medicada. Casi no me acuerdo pero sabía que tenía que sacar fuerza por mis otros hijos, tenía que volver».
Alejandrá deja una reflexión que todos deberían tener en cuenta; «muchos me dicen, «pero estás bien» o «si me pasa yo me muero», perdón por no morir. Esto es algo que nunca se supera, que me acompaña todos los días pero hay que seguir. Yo seguí por mis hijos y porque sé que a Benja no le gustaría verme mal y a sus hermanos tristes».
Retomando el embarazo de Guadalupe, Alejandra asegura que «siempre tengo una conección muy especial con Benja, por medio de los sueños, aún recuerso su olor. Me acuerdo que una vez lo soñe vestido de blanco y me daba un bebé. Al poco tiempo me enteré que esraba embarazada y de una nena».
Con respecto a la enfermedad de Benjamín, su muerte, duelo, sonrisas de hoy en la vida de Alejandra, reconoce que muchas veces se siente cuestionada. «Lo veo con los casos de las mujeres famosas. Por ejemplo, con Pampita, que dicen «esta bien», y nadie sabe cómo está es verdad. Si estás mal te lo cuestionan, si estás bien también. De alguna manera sentís algo de culpa». Culpa por esas cosas que «pasan» como le dijo aquella sabia pediatra.

«Estoy totalmente de acuerdo con la vacunación«, asegura Alejandra. «Esto no es sólo por lo del Benja». «No me acuerdo si en otro momento se cuestionaron tantos las vacunas como hoy-dice en relación a la vacuna contra el coronavirus-. Si viene de un laboratorio, si viene del otro, si se hace acá o en otro país. Ibamos, nos pinchaban y listo».
Benjamín no sólo deja un recuerdo imborrable en la vida de Alejandra, Esteban, Alejo, Máximo, Juan Cruz Guadalupe, sus abuelas, familia, amigos cercanos, compañeros del colegio, sino en todo niño/a que a sus 15 meses va al vacunatorio más cercano por su dosis de vacuna contra la varicela de modo gratuito y obligatorio. En el departamento Rawson hay una plaza bautazada con el nombre de Benjamín, donde niños y niñas pueden disfrutar de un espacio verde de diversión sana, más grandes y mas chicos que el niño que dejó el mundo de manera prematura a sus 8 años.
Alejandra hoy lleva su dolor con fuerza y, no importa que tan contradictorio se escuche, con alegría porque su hijo vive en cada uno de todos los niños argentinos, porque Juan Cruz, Alejo y Máximo los recuerdan, porque Guadalupe le da fuerzas, y porque la vida la hizo volver a armar pareja con alguien que la comprende y acompaña, con la cual puede tener un apoyo constante y mutuo. Los caminos de la vida la unieron a Juan Arustizia, el hermano de Leslie Arustizia, la jóven que falleció al ser envestida por Irma Sánchez (quien manejaba en contramano por Circunvalación) en el 2016.
«Si están los medios para poder vacunarse hay que hacerlo», concluye Alejandra Monardez.