La actual concejala de Santiago, Irací Hassler (PC), economista de 30 años, se convirtió en la nueva alcaldesa de la comuna, derrotando a Felipe Alessandri, quien postulaba para la reelección, alcanzando así un triunfo histórico al ser la primera militante de Partido Comunista que llega a la alcaldía de Santiago.
Cuando se le preguntó desde le diario El Pais de España «¿Cómo se explica que Santiago, con un alcalde de derecha, se haya vuelto comunista en cuatro años?» Hassler responde: “No es que Santiago se haya vuelto comunista, sino que tenemos una alcaldesa electa comunista”. “La ciudadanía tiene una conciencia respecto del daño que ha hecho la derecha en nuestro país. Chile tiene un modelo de abusos y debe poner la dignidad en el centro”, dice Hassler, que gobernará Santiago arropada por un grupo de mujeres concejalas, en una muestra del poder del feminismo en los movimientos sociales en Chile.
“Es tremendamente significativo en este momento histórico que la izquierda y la unidad social y política de los barrios hayamos logrado conquistar el municipio de Santiago”, analiza Hassler. Sobre la participación electoral, que apenas llegó al 43% a nivel nacional, asegura: “La gente tiene ganas de creer, pero la política, que no ha dado respuestas en muchos ámbitos, decepciona”.
Cuando asuma el 28 de junio próximo, su oficina en la lcaldía quedará a un costado de la plaza de Armas y a pocas cuadras del palacio de Gobierno, La Moneda, donde un compañero suyo de partido ―Daniel Jadue, reelecto alcalde del municipio de Recoleta― pretende llegar en marzo de 2022, cuando Sebastián Piñera deje el poder. El triunfo de Hassler y los resultados de la lista del Partido Comunista en la elección de convencionales, que superó a la centroizquierda, representan un empujón para la candidatura presidencial del candidato comunista, que se encuentra ahora en una situación expectante.
Hassler dice que su generación “no esperaba vivir de forma generalizada la violación a los derechos humanos, como lo hemos visto en Chile desde el 18 de octubre de 2019 [con las revueltas]”. “Tampoco vivir el toque de queda con militares en las calles, como lo vivimos desde el estallido social, donde detenían a personas solo por estar en la calle”. La economista habla de las personas con heridas oculares en el marco de las protestas sociales (343 personas, de acuerdo a cifras del Gobierno). Concluye: “Lo que ha sucedido en Chile habla de la transición que no pudo completarse. Hubo un nunca más que no fue arraigado ni institucional ni culturalmente”.
En 2016 fue electa concejala de Santiago, y según destaca en su página web, “durante los últimos años luchamos junto a las comunidades organizadas en los barrios, con ‘vecines, trabajadores’ y estudiantes, en la defensa de la educación pública, por un Santiago sustentable y con más y mejores parques, por el derecho al trabajo, a una vida libre de violencia contra las mujeres y al buen vivir en nuestros barrios“.
Ya en 2018 pasó a ser militante del PC. El 6 de diciembre de 2020 compitió en las “primarias ciudadanas” convocadas por la plataforma Alcaldía Constituyente por Santiago, donde la escogieron para competir por el municipio contra Alessandri.
Dentro de su plan para la comuna de Santiago está impulsar una reactivación económica “que permita mitigar los efectos de la crisis sanitaria y transitar hacia un nuevo modelo de desarrollo local”, según señala en su plataforma. Asimismo, está centrada en la protección del medioambiente y la reducción de las brechas de género.
En la reciente entrevista dada al diario El Mercurio y publicada hoy afirmó que «Hoy hay un mandato para dejar atrás un modelo excluyente, neoliberal y heteropatriarcal”.