Hasta inicios de 2000, la Iglesia católica francesa mostró una “cruel indiferencia” con las víctimas de estos abusos que tuvieron un “carácter sistémico”, subrayó durante la presentación del informe el presidente de la Ciase, el exalto funcionario Jean-Marc Sauvé.
Sacerdotes y religiosos abusaron de 216.000 menores entre 1950 y 2020, si bien la cifra ascendería a 330.000 si se tiene en cuenta a los laicos que trabajaron en instituciones religiosas, apunta la Comisión Independiente sobre los Abusos Sexuales en la Iglesia (Ciase).
Francia no es un caso aislado. Al menos 3.677 niños fueron víctimas de abusos de religiosos en Alemania entre 1946 y 2014, según un informe de 2018, y, según abogados independientes, se presentaron en Estados Unidos más de 11.000 denuncias.
Otros escándalos estallaron en Chile, Canadá o Australia. En abril, expertos mandatados por la ONU, pero que no hablan en su nombre, pidieron al papa Francisco que actúe y expresaron su “gran preocupación” por las numerosas acusaciones.
Las primeras cifras avanzadas ya dieron muestra del horror. De los 115.000 sacerdotes o religiosos hombres censados en los últimos 70 años en Francia, hubo “entre 2.900 y 3.200 pederastas”, dijo el domingo a la AFP Sauvé, precisando que era una “estimación mínima”.
Además de evaluar el alcance de los hechos, los expertos (abogados, teólogos, psicólogos, historiadores,…) evaluaron la respuesta de la Iglesia y formularon 45 propuestas para reconocer el dolor de las víctimas, evitar otros casos y reformar el derecho canónico.
La Ciase pide así a la Iglesia que reconozca su responsabilidad “sistémica”, que ponga en marcha ceremonias públicas para honrar a las víctimas y que deje claro que el secreto de confesión no cubre esos delitos, que deben ser denunciados a la justicia.
Otras de las recomendaciones es indemnizar a las víctimas por los “daños sufridos”, pero con el patrimonio de los agresores o de la Iglesia y no con aportaciones de los fieles. “Ustedes deben pagar por todos estos crímenes”, les urgió François Devaux.
El informe será examinado de cerca en El Vaticano. El papa Francisco, que debe tener una audiencia privada el 18 de octubre con el primer ministro francés Jean Castex según el diario La Croix, ya abordó la cuestión con obispos franceses en septiembre.