La OTAN analizó el complejo camino de Europa para tener una Política de Seguridad y Defensa Común.
La guerra de Ucrania ha supuesto un antes y un después en las estrategias y políticas de seguridad a nivel internacional. La invasión de Rusia a su vecina Ucrania, sumada al conflicto que encendieron el expresidente de EEUU, Donald Trump, y el dirigente chino, Xi Jinping, ha dado lugar a un nuevo orden mundial, con muchas implicaciones en términos de seguridad para los ciudadanos y los Estados.
En 2021, el gasto militar mundial creció un 0,7% hasta los 2,1 billones de dólares. Y los cinco países que más dinero aportaron fueron Estados Unidos (801.000 millones), China (293.000 millones), India (76.600 millones), Reino Unido (68.400 millones) y Rusia (65.900 millones), que representaron en su conjunto el 62% del total. La UE, contados todos sus miembros, dirigió en 2020 unos 210.000 millones de dólares a la defensa y la seguridad. Son los datos aportados por el Instituto de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI) para entender cuánto dinero destina la humanidad para defenderse unos de otros.
La OTAN se ha caracterizado históricamente por la hegemonía impuesta por Estados Unidos, pese a que 21 de los 30 miembros de la Alianza Atlántica son naciones europeas. Ese desequilibrio ha sido un tema que se ha tocado ya que Washington impone la agenda a razón de su superioridad en capacidades militares.

Ese desequilibrio de fuerzas puso a la vieja Europa a pensar en un sistema común de defensa y seguridad. Muchos se preguntaron, especialmente desde que se produjo la invasión a Ucrania, la razón por la que aún no se ha conseguido. Las respuestas son múltiples y una de las razones que alegan los expertos es que Europa precisa de más presupuesto en defensa y también una política exterior común. Lo primero afecta a unos Estados miembros más que a otros, especialmente a España, que tendría que duplicar su presupuesto en ese área desde el 1 por ciento del PIB actual hasta el 2 por ciento. Lo segundo involucra a todos, pues ningún Estado quiere perder soberanía política.
Los temas principales fueron dotar de más recursos a la defensa en cada país y ordenar la economía europea. Ruiz Campillo y Núñez son algunos de los expertos que han participado en la elaboración del informe ‘La defensa europea y la Europa de la Defensa’, de la Fundación Alternativas, en el que ofrece al mismo Ministerio de Defensa un análisis de la seguridad en Europa y en el mundo, así como una serie de recomendaciones para avanzar hacia una Política de Defensa y Seguridad Común en la UE.
