El martes Groenlandia, conocida como la isla más grande del mundo, realizará elecciones al Parlamento para votar sobre su futuro económico y político.
Se trata principalmente de unos comicios con tintes de referéndum sobre un polémico proyecto minero y sobre la diversificación económica de la isla más grande del mundo, especialmente golpeada por el cambio climático.
Más allá del plebicito parlamentario, se mantiene la discusión acerca de su independencia total de Dinamarca y la capacidad de administrar fuentes de ingresos suficientes como turismo, minería y pesca.
La situación geográfica de Groenlandia, un territorio autónomo de Dinamarca, supone un verdadero desafío para las grandes potencias, como quedó patente en 2019 cuando el entonces presidente estadounidense, Donald Trump, se ofreció a comprarla. Y es que, si bien Groenlandia no está en venta, su gobierno local intenta atraer a inversores extranjeros, elemento clave de cara a una posible independencia.
