Finalmente, Britney Spears consiguió lo que tanto buscaba: poder decidir por sí misma. Este jueves, su padre Jamie renunció a su tutela legal después de 13 años.
«Nos complace que el señor Spears y su abogado hayan admitido hoy en un expediente que debe ser destituido», aseguró Mathew Rosengart, abogado de la artista, en un comunicado.
De acuerdo con lo que informó el portal de entretenimiento TMZ, Jamie Spears aceptó dejar el cargo de curador de la herencia de la intérprete y explicó que quiere trabajar con el tribunal y Mathew Rosengart, el nuevo abogado de la cantante, en una transición ordenada con el próximo tutor.
Según el portal, el abogado de Jamie argumentó a través de documentos legales que “no hay motivos reales para suspender o destituir al Sr. Spears como curador del patrimonio”. Agregó también que es “debatible” si un cambio en conservador sería lo mejor para la cantante.
“Sin embargo, incluso cuando el Sr. Spears es el objetivo incesante de ataques injustificados, no cree que una batalla pública con su hija por su servicio continuo como su curador sería lo mejor para ella. Entonces, aunque debe impugnar esta Petición injustificada para su remoción, el Sr. Spears tiene la intención de trabajar con el tribunal y el nuevo abogado de su hija para preparar una transición ordenada a un nuevo curador“, declaran los papeles legales.
El letrado explicó que aunque es una buena noticia que Jamie y su equipo se hayan apartado de la tutela, se encuentran insatisfechos por la deplorable actitud que el hombre tomó contra su propia hija.
“Es una reivindicación para Britney. Sin embargo, estamos decepcionados por sus continuos ataques vergonzosos y reprensibles contra la Srita. Spears y otros”, dijo en una declaración la publicación.
Rosengart insistió en que seguirán con una investigación sobre la conducta de Jamie y su círculo durante los últimos 13 años, mientras él hizo millones de dólares a costa del dinero de su hija.
Jamie Spears durante 13 años estuvo a cargo de la tutela que lo habilitaba a tomar todas las decisiones sobre la artista pop, tanto en materia profesional, económica y hasta de su vida privada. Ese poder fue otorgado por la Justicia en 2008, tras el brote psiquiátrico que sufrió la artista.