La misión del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) llegará a la central nuclear de Zaporiyia esta semana, informó el director general de esta organización, Rafael Grossi.
La central nuclear más grande de Europa será visitada por un equipo de expertos para garantizar la seguridad de las instalaciones y de toda la ciudad de Energodar, que ha sido bombardeada por las fuerzas armadas ucranianas pese al gran riesgo que representa la actividad militar cerca de la planta.
«Una misión de apoyo y asistencia del OIEA está de camino a la central nuclear de Zaporiyia. Estoy orgulloso de dirigir esta misión, que llegará a la central nuclear de Zaporiyia esta misma semana», escribió Grossi en la red social.
Por su parte, el jefe de la administración prorrusa de Zaporiyia, Eugeni Balitski, ofreció de su parte las garantías de seguridad al OIEA, cuyos observadores planean visitar la planta nuclear en la región, pero dudó de que Kiev haga lo mismo.
«Estamos preparados para recibir una misión del OIEA, dispuestos a garantizar su plena seguridad de nuestra parte, asegurarle el acceso a la central y al área adyacente para poder evaluar la situación real, examinar los lugares de impactos y cerciorarse de que los ataques son lanzados desde el territorio bajo control de Ucrania y en la planta no se almacenan armas, menos aún armas pesadas. La principal interrogante es si Ucrania está dispuesta a garantizar una tregua mientras dure la misión», dijo Balitski en una entrevista con Sputnik.
El funcionario supuso que en Kiev «buscarán cualquier pretexto para frustrar la visita de representantes del OIEA» porque «a Ucrania no le conviene esa visita, la deja sin nada que aprovechar».
Ataque a la ciudad de Energodar.
El 28 de agosto, las tropas ucranianas volvieron a bombardear la ciudad de Energodar, donde se encuentra la central nuclear de Zaporiyia. El ataque se produjo en los barrios residenciales. Además, las autoridades locales reportaron nueve heridos de la población civil.
El representante de la administración local calificó el ataque de una «provocación» planificada por Kiev con el objetivo de perturbar la visita de la misión del OIEA.
Antes, se informó que el OIEA y las Naciones Unidas estudiaban una ruta segura para la delegación.
La central nuclear de Zaporiyia, la mayor de Europa, permanece bajo el control de los militares de Rusia, quienes desde el 24 de febrero pasado llevan a cabo una operación militar especial para desmilitarizar y desnazificar Ucrania.
Los militares ucranianos dispararon continuamente cerca de la central nuclear de Zaporiyia y las localidades aledañas, comunicó la administración de la ciudad de Energodar.
«Las Fuerzas Armadas de Ucrania están disparando fuego de artillería cerca de las unidades de energía de la central nuclear de Zaporiyia», señala el informe.
El principal objetivo de los militares ucranianos es perturbar la misión del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) e impedir la interacción entre Rusia, los dirigentes de la región de Zaporiyia y el OIEA, según las autoridades.
El informe publicó las imágenes del techo del edificio perforado donde se almacena el combustible del reactor.
La situación en la central nuclear de Zaporiyia tras el bombardeo de las tropas ucranianas está controlada y la radiación está en niveles normales, comunicó a Sputnik un miembro del consejo principal de la región, Vladímir Rógov.
«Todo es normal, todo está bajo control. La radiación está al nivel del fondo natural», señaló Rógov y agregó que el bombardeo de la central nuclear se realizó desde un obús M777 y que el funcionamiento de la central no se vio afectado.
No obstante, el techo del recinto especial de la central nuclear donde se almacena el combustible para el reactor, sí sufrió algunos daños.
«Este recinto está simplemente cargado de combustible y preparado para funcionar. Esta zona se considera condicionalmente sucia, por lo que se denomina recinto especial», explicó Rógov.
La central nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa, se encuentra en las afueras de la ciudad de Energodar. Cuenta con seis reactores de agua presurizada del modelo VVER-1000 y tiene una capacidad total de 6.000 megavatios. Desde inicios de agosto, las tropas ucranianas han intensificado los ataques sobre la zona. Moscú apunta a las amenazas de seguridad provocadas por los bombardeos ucranianos y llama a EEUU, la UE y el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) a presionar a Kiev para que se detengan los ataques.
La planta ha quedado bajo la protección de las fuerzas rusas en el marco de la operación especial. Como señaló el representante permanente de Rusia ante la ONU, Vasili Nebenzia, la retirada de los militares rusos de la instalación podría convertirse en un desastre, ya que Kiev podría utilizar la planta para realizar ataques con consecuencias atroces. Por otro lado, la presencia de militares rusos persigue evitar fugas de materiales nucleares y radiactivos.
Rusia lanzó una operación militar especial en Ucrania en respuesta a la solicitud de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, previamente reconocidas por Moscú como Estados soberanos, para que se les preste ayuda frente al genocidio por parte de Kiev. Según el presidente ruso, Vladímir Putin, el objetivo es «desmilitarizar y desnazificar a Ucrania», y llevar a juicio a todos los criminales de guerra responsables de los «sangrientos crímenes contra la población civil» en Donbás.