La producción más afectada fueron las variedades de hoja debido a las heladas recientes y el breve temporal de nieve.
La ola polar que afectó a San Juan y buena parte del país se cobró entre 30 y 40% de la producción de verduras de hoja, según reportaron desde la Sociedad de Chacareros. Si bien son variedades de invierno, hubo temperaturas muy extremas a principios de semana, con menos de 7 grados bajo cero. A esto se sumaron las nevadas del día domingo, que afectaron en especial a zonas productivas como el Médano de Oro. Para los productores, el mayor de los problemas no tiene que ver con los alimentos perdidos, sino con que a pesar de esto los precios no aumentaron, lo que, aunque al consumidor le conviene, a ellos les quita rentabilidad.
Sergio López, el presidente de la asociación, explicó que el frío generó pérdidas en los productos más delicados de la temporada: acelgas, lechuga, achicoria, remolacha, alcachofas y rúcula, entre otros. Las temperaturas muy bajas dañaron la calidad de lo que estaba cerca de ser cosechado y produjo la pérdida. También sufrieron el efecto de la ola polar las últimas variedades de verano, que incluyen tomates, pimientos o arvejas. Si bien de estos últimos quedaba poco y la mayoría en invernaderos, esto bajó considerablemente la oferta.
Este tipo de temporales suceden para esta época del año, si bien no con la fuerza de lo que ocurrió entre el fin de junio y principio de julio, añadió. La mayor diferencia que vieron este año es que no generó un repunte en el precio de inmediato. Esto se debió a dos factores. El primero fue el ingreso de mayor cantidad de productos frescos del norte del país, que no permitieron que bajara del todo el stock y se trasladara las ventas a otras verduras de venta local. Así, por ejemplo, todavía llegan a las ferias tomates de otras regiones y estos están en 1.000 pesos el kilo, cuando el año pasado a esta altura se vendía a 2.500 o 3.000 pesos. Pero el principal factor para que el precio no cambie, dijo, es la baja en las ventas que están sufriendo y que se incrementa cuando sube algún precio.
“El comprador apenas ve que cambió algún valor deja de comprar, directamente la gente no consume”, dijo. En años anteriores la caída en la oferta elevaba los precios de forma inmediata, pero ahora no consiguen colocar esos productos por más que queden muy pocos en el mercado. Calculan que, aun sin subas de precio, las ventas bajaron entre un 40 y 50% entre el 2024 y la actual temporada. Lo mismo sucedió durante el verano y el otoño, por lo que ya hablan de que este “es un año muy malo, el peor en décadas, porque se suma el efecto arrastre”.
Para López, esta situación impacta muy fuerte en el productor agrícola chacarero. Dijo que sin precios que suben cuando bajó la oferta porque perdieron parte de la producción, los que salen perdiendo son ellos porque terminan perdiendo el margen de ganancias. “La verdulería puede remarcar, pero para nosotros es imposible”, opinó. Esto acompañado porque los precios de producir siguen subiendo. “Los químicos y las semillas son importados y aumentan al ritmo del dólar o el combustible”, aseguró. Además, se les suma que el riego con bombas se volvió prohibitivo por el costo de la energía.
Los productores esperan que en la próxima semana repunten algunos precios, en parte por el efecto del temporal y porque suele haber más demanda cuando la mayoría de los hogares cobraron sus salarios y es cuando hacen compras de verduras. Sin embargo, creen que serán valor moderados, para que el consumo se mantenga pero no para revertir la caída interanual.
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