En un nuevo aniversario del triunfo en la Gran Guerra Patria (1941-1945) —cuando el Ejército Rojo venció a la Alemania nazi, decretando el fin de la Segunda Guerra Mundial— ciudadanos rusos y argentinos descendientes de los combatientes, se reunieron para marchar en el Regimiento Inmortal.
La Plaza San Martín —nombrada en honor al Libertador de América— fue el epicentro de una emotiva jornada de conmemoración del Día de la Victoria, la emblemática fecha del pueblo ruso que recuerda su lucha y triunfo sobre la Alemania nazi de Hitler, que durante la Segunda Guerra Mundial se cobró la vida de más de 17 millones de soldados soviéticos.
Con la Cinta de San Jorge como insignia, decenas de familiares, descendientes, diplomáticos y civiles tanto rusos como argentinos rindieron honor a los caídos en el atroz combate. Entonando marchas simbólicas o simplemente guardando silencio, los asistentes expresaron su respeto a quienes dieron su vida para no caer ante el fascismo.
«Yo crecí en Argentina. Mi abuelo luchó en la guerra y mi madre me transmitió que eso no se puede olvidar. En mi casa el 9 de mayo es un día sagrado y eso queremos transmitirles a los argentinos», afirma Silvana Jarmoluk, presidenta del Consejo Coordinador de Organizaciones de Compatriotas rusos residentes en Argentina.
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