El índice inflacionario de 6 por ciento en enero alteró los planes del Gobierno, poniendo en riesgo la posibilidad de fijar una pauta salarial del 60 por ciento para todo el 2023. Las últimas cifras reveladas por el INDEC potencian el conflicto, no solo desde las organizaciones sociales, sino también desde los sindicatos que sospechan mayores complicaciones a la hora de lograr mejoras salariales y laborales.
El ministro de Economía, Sergio Massa, logró alinear dos gremios dentro de su pauta de paridad: los municipios bonaerenses (SUTECBA) de Amadeo Genta y la Unión Tranviarios Automotor (UTA) de Roberto Fernández. La primera cerró al 60 por ciento anual con revisión, mientras que los choferes lograron una suba que no llegaba al 30 por ciento desde hace seis meses, descartando medidas contundentes en un sector sensible para la sociedad.
Sin embargo, la realidad es más compleja y no todo sale como se piensa desde el Palacio de Hacienda. Las protestas empiezan a acumularse desde finales de enero precisamente al calor de una constante suba de precios que no logran domar a pesar de los acuerdos con los empresarios.
Protestas, paros y movilizaciones en diferentes actividades
Tras semanas de discusiones, la dirigencia de la Asociación Bancaria (AB) anunció un paro nacional para el jueves 23 por la falta de un acuerdo salarial y promete endurecerse si la patronal sigue retrasando un aumento. La disputa es llamativa considerando que se trata de una actividad altamente rentable que el año pasado resolvió rápidamente la reapertura de la paridad.
El Sindicato de Televisión (SATSAID) viene realizando originales protestas como una manifestación frente a la casa del Gran Hermano (con más de 25 puntos de rating y amplia audiencia en las redes). El sindicato encabezado por Horacio Arreceygor, ya ha cesado actividades en canales abiertos y productoras. Sostienen que “estamos en una situación muy complicada porque llevamos varios años perdiendo contra la inflación”.
Por su parte, la Federación Argentina de Trabajadores de Seguridad Privada (FATRASEP) -SSIP, SUVICO, SIVISEP, UPSAP y UESEVI– declaró la estado de alerta y movilización y tienen previsto el cese de actividades en caso de que el empleador (CAESI) no mejore la propuesta salarial; mientras que la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE) manifestó su malestar por la demora en la revisión salarial. El secretario general de los trabajadores rurales, José Voytenco, advirtió sobre la posibilidad de tomar medidas contundentes y remarcó: “Sabemos las dificultades que enfrentan muchos compañeros y quiero que sepan que vamos a llegar hasta las últimas consecuencias”.
Aunque cerraron su paridad 2022 casi sin conflictos, los empleados del banco anunciaron un paro para el jueves 23 de febrero.
La Asociación de Empleados de Despachantes de Aduana (AEDA), por su parte, está a la espera de que la patronal mejore la última oferta salarial. El titular del gremio, Raúl Vázquez, explicó: “Aplicamos un plan de lucha que incluía un paro en las actividades de las terminales TRP y Terminal 4”y agregó: “Ojalá atiendan la situación del personal, ya que estamos cobrando salarios por debajo de la línea de pobreza”.
El Sindicato de Trabajadores de Estaciones de Servicio solicitó el reconocimiento como horas extraordinarias de los trabajados el sábado después de la 1:00 pm y los domingos. Aunque muchos empresarios decidieron adelantar un monto a cuenta para descomprimir la tensión, el secretario general del gremio, Carlos Acuña, sostiene que eso debe incorporarse a la convención colectiva al tiempo que advierte que la discusión complica la paridad.
Marzo llega con el Consejo de Salario Mínimo, Comercio y Hogar
A nivel estatal se están realizando discusiones conjuntas entre docentes y administración pública (ambos a nivel nacional) y docentes, operadores de justicia y profesionales de la salud de Buenos Aires. Pero ya se destapó un conflicto en el sector, porque la Asociación de Personal de Previsión Social (APOPS), sindicato mayoritario de ANSES, también anunció el estado de alerta y movilización por la falta de acuerdo. El titular del gremio, Leonardo Fabre, advirtió: “Tomaremos las medidas de contundencia que estimemos oportunas, si no hay una mejora que nos permita sostener el poder adquisitivo de los trabajadores”.
Se destaca el Sindicato de Empleados de Comercio, que cerró al 101 por ciento anual y, de continuar este proceso inflacionario, tendrá que reclamar un ajuste y empezar a negociar el aumento para el período 2023-2024. El próximo mes el Ejecutivo deberá convocar al Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil que alcanzará los 69.500 pesos, una vez cerrado convocará a la Comisión de Salarios del Personal de Casa Particular, mejor conocido como personal doméstico.
Negociaciones: Hurlingham abrirá paridades todos los meses
Los voceros consultados informaron que “más allá del apoyo que la Confederación General del Trabajo (CGT) o cualquier espacio sindical pueda dar a la gestión de Massa, cada sindicato decide cuánto aumento de salario reclama porque sabe cómo es su actividad”, y añade que “el proceso inflacionario de los últimos años ha ampliado el menú de negociaciones”.
Con una inflación del 6% en el primer mes, el plan de Massa de mantener los aumentos salariales en un 60% se hace difícil.
Por ejemplo, los mecánicos de SMATA de Ricardo Pignanelli tienen aumentos automáticos cada tres meses que cumplen los terminales y se complica un poco más en los fabricantes y concesionarios de autopartes. En ese repertorio de discusiones salariales, el alcalde de Hurlingham, Juan Zabaleta, apareció con la novedad para este año de que abrirá paridades todos los meses. Además, ya otorgó una mejora del 15 por ciento del salario base para las categorías inferiores y del 10 por ciento para el resto de las categorías, más un bono de $10.000 por hijo para quienes reciben Asignaciones Familiares que otorga la ANSES y tienen menores en escuela.
Quien intenta mostrarse como una virtual aliada de los sindicatos es la ministra de Trabajo, Kelly Olmos, quien dijo: “es importante romper la inflación. Los trabajadores no registrados están por debajo de la inflación. Cuando hay inflación alta, los salarios corren detrás de los precios” y anunció: “si no logramos romper la alta inflación vamos a llamar a la reapertura de las empresas mixtas”. También sostuvo que “la suma fija se ha utilizado cuando salimos de procesos largos de no paridad. Si ponemos un aumento de suma fija, le quitamos poder a la negociación salarial y no mejorará el poder adquisitivo”.
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