El 26 de abril de 1986 el reactor 4 de la central nuclear Vladimir Ilich Lenin explotó. Hoy un grupo de científicos, que se encargar de monitorear los restos que quedan en esa planta de nuclear de Chernobil han detectado aumento en las reacciones de fisión nuclear en una cámara inaccesible.
Cuando sucedió la explosión de la central de Chernobil, la misma explosión derribo paredes que terminaron sellando, desde dentro, habitaciones. El calor del material fisible fundió mucho de estos materiales de construcción formando una especie de lava. Esto hace que hoy, ciertas áreas de la planta nuclear sean inaccesibles.
El monitoreo realizado por el grupo de científicos detectó un aumento del 40% de actividad nuclear, en relación al monitoreo del 2016. Sin embargo el foco de aumento se encuentra en la sala 305/2, unas de las selladas. La misma no ha sido vista desde su interior desde el día de la explosión en 1986.
Una hipótesis que manejan los científicos es que el aumento de la actividad nuclear se debe a la escasez de agua, luego de la sustitución del sarcófago que cubría la planta hasta 2016. Aquel permitía filtraciones, mientras que la nueva estructura no lo hace.
“Estamos hablando de tasas de fisión muy bajas, así que no es como si fuera un reactor nuclear burbujeante” aseguró Neil Hyatt, científico de la Universidad de Sheffield, Reino Unido, especialista en el estudio de eliminación de residuos nucleares.
