Desde el municipio de Calingasta, que conduce el peronista Sebastián Carbajal, jugaron fuerte ayer contra los cinco concejales: los acusaron ante los vecinos de no aprobar el presupuesto y, por ende, perjudicar la contratación de artistas para tres fiestas departamentales. El tema es que los ediles pertenecen al mismo frente político que lideró el PJ, aunque hay representantes tres sectores. Incluso, dos de ellos integraron la lista del intendente. La embestida representa otra escalada en la pelea que se ha venido dando en 2024 y revela un riesgoso punto de no retorno, ya que uno de los concejales aseguró que no se rechazó el esquema de gastos y recursos, sino que se envió a comisión para su estudio.
El conflicto es de tal magnitud, que el jefe comunal no tiene, hoy, a ningún concejal que le responda. Los antecedentes de una disputa de tal envergadura entre el Ejecutivo y el Legislativo municipal no han terminado bien. La solución suele ser el diálogo político, pero fuentes departamentales aseguran que el contacto está roto.
El tema del presupuesto es sólo el último eslabón visible de una larga cadena de desencuentros. Desde las redes oficiales de la comuna se difundió el comunicado en el que se les apunta a los concejales por no aprobar el presupuesto y producirle dificultades al gobierno para la programación del calendario del Festival del Ajo, en Tamberías; la Fiesta de los Enamorados, en Barreal, y el Carnaval en Villa Calingasta. Por ello, señalan que suspendieron las tratativas con los artistas que iban a participar de dichos eventos.
Es decir, se culpó a los ediles por si no hay artistas para tales celebraciones. Sin embargo, el concejal Sebastián Ramos, que viene de la línea del excandidato a intendente Robert Garcés, reconoció que el comunicado “molestó bastante” porque “desinformar a la gente no es bueno”.
Así, resaltó que el presupuesto no se rechazó, sino que se envió a comisión para su estudio punto por punto. “El proyecto lo enviaron el 27 de diciembre y querían que lo aprobáramos el 30”, indicó el edil.
En ese marco, explicó que, “a partir del 31 de diciembre, la normativa dice que se puede trabajar, a través de un decreto del intendente, con el presupuesto anterior. O sea, tienen las partidas para realizar las contrataciones de los artistas para cualquiera de las fiestas”.
Entonces, Ramos expresó que, “echarle la culpa a otros, en algo que ellos han cometido un error: primero, en presentarlo tarde y, segundo, desconocer que pueden ejecutar el presupuesto del año pasado”. Por lo menos en la gestión anterior, la de Jorge Castañeda, ese mecanismo se utilizó y el esquema de gastos y recursos fue aprobado en los primeros meses del año siguiente.
Además, Ramos señaló que el presupuesto de Carbajal “se va a aprobar, pero necesita su análisis”. De cara al futuro, en lo que puede seguir una relación conflictiva, el concejal se mostró conciliador. “Si el expediente es beneficioso para Calingasta, se aprobará como corresponde. Nosotros vamos a trabajar y legislar en beneficio de los calingastinos. Si el expediente no es claro, se enviará un pedido de informes”, subrayó.
El intendente llegó a la conducción de Calingasta de la mano de una de las listas del uñaquismo. En 2019, había competido por la jefatura comunal dentro del partido Nueva Dirigencia, aunque tenía un vínculo con el giojismo. Eso quedó plasmado en la interna peronista 2020, en la que Carbajal compitió por el control de la Junta Departamental bajo el ala de José Luis Gioja. Hoy, preside la estructura partidaria debido a que timonea la comuna. Vueltas de la política.
En la elección 2023, Carbajal metió en el Concejo, a través de su lista, a Patricia Castillo (actual presidenta) y a Santos Zárate. En la práctica, el jefe comunal no tiene oposición de representantes de otros partidos, sino que las internas surgieron con los alfiles de los últimos dos hombres fuertes de la política calingastina: Robert Garcés y Jorge Castañeda.
El primero fue intendente por tres períodos y buscó volver al máximo sillón municipal en 2023, pero quedó relegado al segundo lugar, por lo que ubicó a dos ediles: Sebastián Ramos y Nora Olivares.
Castañeda estuvo al frente de la comuna en dos oportunidades y hoy es el diputado departamental. Su hermano Luis se candidateó en 2023 para la Intendencia y, tras salir tercero, colocó al concejal Heber Tapia.
En ese contexto, fuentes departamentales habían indicado que el problema de Carbajal con sus dos concejales se originó por un proyecto que elaboraron para enviar subsidios a instituciones deportivas sin el aval municipal. Cuentan que el intendente habría desplazado a familiares de Castillo y Zárate que tenían vínculos laborales con la comuna.
Ahí, la disputa fue en aumento. La presidenta del Concejo denunció que sufrió amenazas, luego de que pidiera informes sobre las movilidades oficiales que trasladan gente desde el departamento hacia Capital. Incluso, había dicho en Radio Sarmiento que había vehículos que no tenían la documentación correspondiente.
Luego, el intendente puso una denuncia contra Castillo, dado que incorporó como contratada a una joven que cumplía las funciones de contadora, pero que carecía de título. No fue lo único, ya que el jefe comunal realizó una serie de denuncias contra su predecesor, Castañeda, por movilidades sin funcionar, el faltante de herramientas y presuntas irregularidades en obras públicas.
Sin embargo, las acusaciones contra la presidenta del Concejo y el exjefe comunal fueron desestimadas por la Justicia debido a la carencia de pruebas.
En ese escenario, el contacto con Tapia, el edil de Castañeda, es nulo, al igual que con Ramos y Olivares, que vienen de la línea de Garcés.
En cuanto a proyectos enviados al Legislativo, desde la comuna también reclamaron que los concejales no aprobaron una autorización de un contrato de leasing para la adquisición de un camión compactador de basura. Frente a ello, el edil Ramos señaló que han mandado un pedido de informe sobre el tema “para que nos informen” y “no nos han contestado nada”.
Incluso, Ramos indicó que el intendente los convocó a una sesión extraordinaria un sábado de febrero para la compra de una carroza fúnebre, dado que se le vencía el precio que le había dado la empresa. No obstante, el concejal mencionó que le han enviado cinco pedidos de informes para saber por qué, finalmente, no se adquirió y que no han tenido respuestas.
Así, el edil sostuvo que le aprobaron al intendente el plan de pavimentación para calles municipales que lanzó el gobierno provincial, el uso de los recursos del Fondo de Desarrollo Regional (Fodere) para obras en la comuna y la entrega de subsidios y ayudas a instituciones, para remarcar que no ponen palos en la rueda.
/0264