Ahora San Juan escucho detenidamente a Ariel Ocampo. En menos de 10 minutos este profesional de la oratoria toca la sensibilidad de quién lo esté escuchando para que aprenda una grandiosa lección de vida, desde lo humano emocional.
Ariel realiza charlas de Coaching y Luderazgo motivacionales, el arte de hablar y atrapar al espectador. En unos minutos atraviesa por distintas situaciones que tienen como fin llegar a las fibras sensibles para reflexionar y generar hábitos de autoconciencia.
Hace unos meses este hombre vivió una situación que sin duda cambió el modo en que ve al mundo y lo quiere quiere dejar este lugar: un siniestro vial que afortunadamente, porque el destino así lo quiso, no tuvo fatalidad. 16 vueltas en su vehículo le hicieron dar el famoso «click».
En su disertación plantea la nocion de cuantas veces vamos apurados, llevándonos el mundo por delante sin permitirnos parar y pensar si estamos valorando lo realmente importante que son los afectos, nuestros seres queridos. 16 vueltas en las que Ariel confienza que lo unico que pensaba era «que termine asi puedo ver a mi familia, nunca pensé en los daños del vehiculo, ni cuanto dinero iba a perder para arreglar los daños materiales, solo pensaba en volver a ver a mi familia».
Ir más lento, parar a pensar que lo realmente valioso en esta vida son las relaciones y lo único que se necesita para fortalecer este vinculo es tiempo, tiempo de calidad, tiempo de encuentro y conexión.
Este es un relato corto, en comparación a los que suele realizar Ahora San Juan, Ariel Ocampo cuenta una grandiosa historia durante su charla, sin embargo desde esta redacción nos parece oportuno resaltar las 16 vueltas del vehículo de Ariel, las 16 veces que en las que rogó volver a ver a su familia y amistades.