La Justicia federal de Santa Cruz archivó la causa en la que se investigaba el hallazgo de fajos de dólares termosellados en una vivienda de Río Gallegos, mientras realizaba la búsqueda de Marcela López, la mujer desaparecida en el mes de mayo en El Calafate.
El expediente se había iniciado tras una denuncia de Mariana Zuvic y Paula Olivero, diputadas de la Coalición Cívica (CC), quienes argumentaron que los dólares eran del empresario Lázaro Báez y que la vicepresidenta Cristina Kirchner se los había entregado.
Toda la denuncia estaba basada en los hallazgos realizados por Marcos Herrero un perito, quien fue detenido días atrás en Mendoza por falsear elementos en distintos casos judiciales. Marcos Herrero, declaró haber visto cajas apiladas con pequeños cortes.
«Había una semiabierta, cuando la abro veo los fajos termosellados de dólares, mis perros, que estaban afuera del lugar, enloquecían por el olor, dado que es uno de los olores para los que están adiestrados”, afirmó. Sin embargo la causa con la que intentaron imputar a la vicepresidenta en algún hecho de corrupción sin definir se cerró.
El fiscal de la causa decidió desestimarla al comprobar un dato insólito: los billetes hallados en la vivienda eran del juego de mesa «El estanciero».
La noticia se transformó en tendencia en las redes sociales y dio lugar una catarata de memes en relación al clásico juego de «El Estanciero»; el primero en aparecer fue Aníbal Fernández que fiel a su estilo dejó un mensaje contundente contra las diputadas que realizaron la denuncia.
El perito.
El perito que realizó el hallazgo que fue fundamental para la denuncia de las legisladoras quedó detenido en Mendoza el viernes pasado.
La acusación contra Marcos Herrero sostiene que adulteró restos óseos luego de un rastrillaje privado que se realizó en la localidad mendocina de Potrerillos al ser contratado por la familia de Viviana Luna, quien permanece desaparecida desde diciembre de 2016.
Marcos Herrero también fue parte de la causa que investiga la desaparición de Marcela López en Río Gallegos y días posteriores a su llegada a Santa Cruz se encontró una carta en el portón de la casa de una de las hermanas de la mujer en cuestión.
También está relacionado con la aparición de un maxilar, hueso que se podía relacionar con un caso en particular pero se terminó analizando y descubrieron que no solo pertenece a un hombre sino que es de un largo tiempo atrás por lo que no tiene nada que ver con la causa.
Tanto en Santa Cruz como en Mendoza, se detectó que los huesos encontrados por el adiestrador de perros no pertenecían a las víctimas y los investigadores creen que se trata del mismo cadáver. Si se confirma esa versión, tomará fuerza la hipótesis de que Herrero, que fue contratado en las dos investigaciones de manera privada, plantó pruebas.