La expresidenta de facto de Bolivia Jeanine Áñez, presa desde hace un año y en huelga de hambre desde hace 13 días, seguirá en prisión preventiva por lo menos tres meses más, resolvió este jueves un juez.
«La solicitud de ampliación de la detención preventiva es atendible por el plazo de tres meses», afirmó el magistrado Armando Zeballos durante una audiencia realizada por videoconferencia.
Zeballos argumentó que «hay actos investigativos pendientes» y que el caso, en el que se investiga la responsabilidad de Áñez en el golpe de estado que derrocó al presidente Evo Morales en 2019, es «complejo».
«Desde el pasado viernes, hay de cuatro a seis médicos en el recinto penitenciario vigilando de modo permanente la salud de la señora Áñez y también tenemos dispuesta la unidad de emergencia», señaló el jefe del equipo médico que supervisa la atención de la exgobernante, según la agencia estatal de noticias ABI.
Áñez se declaró en ayuno voluntario el miércoles 9 en la cárcel de La Paz donde está en detención preventiva desde marzo del año pasado, en espera del juicio ordinario por el golpe de estado.
El director del Hospital de Clínicas de La Paz, Johnny Ayllón, dijo que la salud de Áñez es estable, según constataron médicos que la atendieron pese a su negativa.
Una misión de la oficina local del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) dijo el fin de semana, tras visitar a Áñez en la cárcel, que había constatado que sus derechos eran respetados, al contrario de lo que denunciaba insistentemente la hija de la expresidenta, Carolina Ribera.