Ahora San Juan habló con quien preside el Club del barrio Neuquén, Alejandro Cantos. Un rawsino que a base de esfuerzo, perseverancia, pasión por el deporte y amor por el fútbol, forjó junto a un gran equipo de trabajo, este Club (fundado un 23 de septiembre de 2016). Hoy sostienen la meta conjunta de solidificar su espacio físico, mediante la campaña del ladrillo. La cual «fue iniciativa del Movimiento Evita«, que trabajan en conjunto con ellos, y que los «ayudan con indumentarias, tareas solidarias«, según comentó. Además, contó que allí: «hay un merendero donde los 65 chicos toman la leche cuando entrenan martes y viernes«. Sus proyectos incluyen arreglar la cancha, hacer los baños y un salón para tareas recreativas y para que funcione el merendero. «Un espacio donde los chicos puedan estar, y una sede para el Club. Necesitamos urgente levantar los baños. Todo esto es un sueño y es la historia de este querido y humilde Club, donde trabajamos a pulmón«, detalló. El objetivo de este equipo humano, es «trabajar por los chicos, adolescentes y niños, para que salgan de la calle y las adicciones. Se les enseña princípios, valores, trabajamos en eso«. Para esto deben alcanzar su mayor meta que es llegar a ser un Club establecido, «sabemos que de un equipo pasamos a tener 6 o 7 categorías, y queremos apuntar a ser algo más lindo«.
La historia detrás del evento solidario de este sábado 29 de octubre, a las 15:00 horas, en el Club del Barrio Neuquén: «Todo surgió por el proyecto de hacer los baños, ya que estamos participando del Torneo de la Liga Infantil de Futsal, y como viene la gente a nuestro predio y no tenemos las comodidades necesarias para albergarlos, nos está faltando un espacio físico«, indicó Cantos al comienzo de la charla. A lo que sumó, con su tono de pausado y ameno que lo caracteriza: «La campaña del ladrillo requiere que toda persona que venga a la cancha el sábado lo haga con un ladrillo. Por gentileza de la gente del Movimiento Evita, será un ladrillo por un regalito. Y también pondrán unos stands de salud, un taller de bullying, charlas hacia los chicos, psicólogos que conversen, entre otras cosas«.
«El loco por el fútbol«, como su familia lo llama con cariño, o «Corneta», según el apodo que le colocaron sus amigos y seres queridos, tiene 48 años, nació en Rawson de nuestra provincia donde siempre vivió, y donde aún comparte miles de experiencias junto a su esposa, hijos y nietos. «La familia me apoya en todo, sobre todo en esta locura linda, en esta pasión que es el fútbol, en el día a día. Toda la gente nos ayuda mucho. Y en lo deportivo siempre trato de hacer las cosas bien, como se gana se pierde pero tuvimos muchos logros«, confesó el protagonista de esta historia llena de mensajes lindos para compartir con la sociedad. Por otro lado, contó que desde hace 5 años está desocupado, no consigue ya trabajo así que hace «changas» como pintura, albañilería, electricidad, y acotó desde una postura humilde y valorando sus labores: «bueno vivo de eso. Mientras que los martes y viernes estamos con los chicos, entrenamos y le metemos más o menos 3 horas cada día. Todo sea por ellos«.
Una familia futbolera desde la cuna. Alejandro, describió a su hogar desde una alegría, agradecimiento y amor que traspasa cualquier lectura: «Mi familia está compuesta por mi señora, nuestra hija de 11 años, mi hijo, mi nuera y mi nieto. Vivimos en la casa de mis padres, al fondo donde nos prestó un lote. Todos somos futboleros, mi hijo es jugador de la primera del Club de Barrio Neuquén, mi nieta jugadora de la sub 7, mi nieto jugador de la sub 9 y mi hija de la sub 11. Toda la familia está en el club, es algo realmente muy lindo. Es un orgullo muy grande que todos nos acompañemos, los nietos los hijos e, incluso, los demás chicos a quienes también los siguen sus familiares«.
«Un concepto vecinal muy grande«, eso es lo que mencionó Cantos que él y su gente tienen. Y explicó que todos los que laburan con él también. Aquí mencionó: «Es por eso el apoyo que recibimos, la gente nos sigue en esta locura linda de trabajar para los adolescentes principalmente (ya que la iniciativa del Club primero nació de un grupo de jóvenes de entre 18 y 20 años donde estaba mi hijo también)». Donde además entran en juego una serie de valores que ellos promueven: «Como ayudarles a los padres en el tema de educación, exigirles que vayan al colegio, que anden bien ahí, les damos conversaciones sobre drogas, lo que está mal y lo que está bien, les inculcamos el respeto hacia los mayores, hacia sus padres, entre otros valores. Porque yo sé, que el día de mañana, esos chicos de la escuelita y del barrio Neuquén van a ser excelentes y grandes personas. Para hacer un Club tan lindo, se trabaja bien. Todos tiramos para el mismo lado. Un sueño sería que ellos en el futuro digan, ‘los profes me enseñaron a hacer esto y lo otro’. Igual, en el presente, sus papás ya están agradecidos«, describió orgulloso. Y destacó que todo se hace en conjunto con los padres, con la misión de ayudar y ver crecer a sus hijos y nietos.
De una ilusión a un equipo, y de éste a un Club. Así es como se originó esta cadena de esperanza, fe y sueños compartidos. «Necesitábamos armar un equipo de fútbol para participar de un torneo que se hizo en el barrio vecino de Obrero Rawson. El campeonato se llama San Juan Deportivo y alberga aproximádamente entre 140 a 160 equipos. Entramos en ese campeonato y participamos a pedido de los chicos. Salimos campeones cuando recién empezábamos y todo comenzó. Después, pensamos en subir a una cosa más linda, un club«, describió. Y, para mayor entendimiento explicó cómo se clasifican las categorías en fútbol: «Está la A, B, C, D y E. En ese torneo empezamos en la E, ganamos y ascendimos a la D, donde campeonamos, y en la C también. Salimos subcampeones en la B y ahora nos encontramos jugando en primera del Torneo San Juan Deportivo en la categoria A. Es nuestra primera vez participando en esta categoría«.
La cuestión fue mejorando día a día y también solventando nuevas demandas de manera mancomunada: «Le metimos fichas a los más chicos y a los veteranos. Por un lado, formamos al equipo de veteranos de 35 a 45 años, que participan de este torneo también, para el cual nos venimos preparando».
«Y, por otro lado, le metimos ficha a los más chicos, organizando y armando, junto a nuestro grupo de trabajo, las categorías que albergaron más o menos 65 chicos distribuídos en todas las categorías: sub 7, sub 9, sub 11, y sub 13«, expresó con alegría. Con los cuales, alegó que fueron invitados a participar de una liga infantil de futsal.
Hoy, quienes conforman este gran espacio de trabajo son: él (Alejandro Cantos), junto a Leo Ontivero y Claudio Vergara, que son los profes de categorías de inferiores, técnicos de categoría de primera, y que, además, están en la comision del Club. También los acompañan, el hijo de Alejandro, Estéban Cantos, Manuel Figueroa, Aldo Ontiveros, más varios colaboradores del barrio, mayormente los padres. «Yo llegué a la presidencia por elección d los chicos y de todo el equipo de trabajo«, contó.
Para cerrar este cálida charla, nuestro entrevistado agradecido con el município de Rawson y la ayuda recibida del Movimiento Evita, vecinos y demás, advirtió que precisan de la colaboración de todo aquel que pueda hacerlo: «Ya tenemos la mano de obra, pero hace falta bolsas de porlan, arena, entre otras cosas de construcción». Los interesados pueden comunicarse con Alejandro mediante su número telefónico: 264-4989590.
Con humildad, compartió su gratitud hacia la intendencia, «que ayuda arreglando el predio, las telas de la cancha, colocando las luces». Y sumó: «Nosotros lo que hacemos es crecer como Club. No tenemos aún personería jurídica, no tenemos nada de eso. Pero sí tenemos un gran apoyo de los padres, los antes mencionados y vecinos. Espero que nos vaya bien este sábado y a seguir trabajando. Estamos contentos de que haya gente que ayuda a los que lo necesitan«, culminó.
