La nueva primera ministra británica, Liz Truzz, es comparada con quien admira: Margaret Thatcher. Esto se debe por varios motivos y uno es su fuerte defensa de la ocupación sobre las Islas Malvinas. Mientras era canciller, atacó a China por su apoyo a Argentina y aseguró que está «determinada a defender los recursos marítimos» de las islas.
La designación de Liz Truss como nueva primera ministra del Reino Unido disparó las comparaciones entre la nueva jerarca y Margaret Thatcher, la histórica líder del Partido Conservador que gobernó entre 1979 y 1990.
Pero no solo la asemejan a Thatcher sus ideas económicas liberales e incluso la vestimenta que suele elegir, sino su férrea defensa de la ocupación británica sobre las Islas Malvinas, cuya soberanía es reivindicada por Argentina pero que permanecen en manos del Reino Unido desde 1833.
En efecto, Liz Truss no ha dudado en expresarse públicamente sobre las islas en varias oportunidades como secretaria de Relaciones Exteriores del Reino Unido, puesto que ocupaba desde septiembre de 2021.
Truss mostró su costado más firme cuando, en febrero de 2022, afirmó en su cuenta de Twitter su rechazo a «cualquier cuestionamiento sobre la soberanía» sobre las Islas Malvinas.
En el mismo tuit, Truss apuntó directamente contra el Gobierno chino, que por entonces —y tras una reunión bilateral entre el presidente argentino, Alberto Fernández, y el presidente chino, Xi Jinping— había expresado oficialmente su respaldo a la soberanía argentina sobre las islas. «China debe respetar la soberanía de las Falklands», objetó Truss.
De hecho, durante los meses en que fue la cara de la política exterior británica, Truss no dudó en enfrentarse públicamente con los gobiernos de China y Rusia por la cuestión Malvinas. Entrevistada por el diario británico The Sun en junio, comparó la Guerra de Malvinas con el conflicto en Ucrania y deslizó que existen «actores malignos» que cuestionan la autodeterminación.
En aquella entrevista, Truss llegó a decir que una derrota de Vladímir Putin en Ucrania era necesaria para que el resto de los países comprenda «la vital importancia de que la soberanía de los países y el orden mundial basado en reglas se respete».
En un discurso difundido el 14 de junio, Truss volvió a utilizar la cuestión Malvinas para apuntar contra Rusia y China y enfatizar que el Reino Unido está «determinado a proteger los recursos marítimos de las islas, incluyendo de la pesca ilegal».
«Dimos pasos para defender el derecho de las Falklands a la autodeterminación antes y nunca dudaremos en hacerlo de nuevo», sentencióm previamente a decir que las fuerzas armadas británicas «liberaron» las Malvinas hace 40 años.
La ahora primera ministra británica demostró, en esa misma conversación, que no tiene una buena visión sobre los británicos que no apoyan la ocupación sobre las Malvinas. Durante la entrevista fue consultada sobre si le molestaba que hubiera representantes de la izquierda británica que no apoyaran la ocupación y prefirieran llamar a las islas como ‘Malvinas’.
«Todavía hay una línea de pensamiento en el Reino Unido a la que no le gusta mucho su país», apuntó.
/Sputnik