China se enfrenta con los mayores brotes de COVID-19 en dos años, con un récord de 1807 nuevos casos reportados el domingo. El país ha lanzado una rápida respuesta para contener la propagación del virus, incluyendo masivas pruebas de antígeno y la destitución de los altos funcionarios por su floja respuesta a la actual crisis de salud.
Los más recientes picos han sido en el noreste de Jilin, Shandong, China en las provincias de Guangdong, Shanghai y municipios de Beijing, que obligó a varias de las principales ciudades a un confinamiento debido al aumento en el número de pacientes asintomáticos.
El incremento diario de casos asintomáticas superó el incremento diario en los casos confirmados por seis días consecutivos. Mientras tanto, la variante Omicron ha sustituido a la Delta como dominante.
En comparación con la situación de la primera ola de brotes de COVID-19 de brotes en Wuhan, en febrero de 2020, la sociedad China ha mostrado una mayor calma y orden afirman las auroridades.
Los epidemiólogos y los observadores señalaron China ha acumulado abundante experiencia en las batallas anteriores con la política de cero COVID, que ha demostrado ser eficaz en la reducción de los casos graves y muertes y también minimizar el impacto sobre la economía y los medios de subsistencia.
Uno de los lugares más afectados es la Provincia de Jilin, donde se registraron más de 2.100 positivo infecciones en un día, con 1,412 casos confirmados y 744 portadores sanos.
La capital de la provincia de Jilin, Changchun, ha impuesto un bloqueo total para frenar la propagación del virus, mientras que la ciudad de Jilin, que tiene el mismo nombre que la provincia y está a sólo 120 kilómetros de Changchun, ha llevado a cabo intensas rondas de pruebas de ácido nucleico.
Una razón expuesta ha sido la insuficiencia de recursos médicos en algunos lugares y defectos de la respuesta de emergencia de algunos gobiernos locales que no pudo imponer una cuarentena y tratar a los residentes como corresponde.
El jefe partidario y responsable de una universidad de Jilin fue despedido el jueves después de que se dispararon los contagios en el campus, hecho que conmocionó a los medios Chinos y motivó a una acalorada discusión sobre la falta de gestión transparente y eficaz por redes sociales.
Además, Wang Lu, alcalde y diputado jefe del Partido de la ciudad de Jilin, Li Xin, el jefe de Jiutai distrito de Changchun, y Gao Yutang, director de la Changchun, de la Comisión de Salud, también fueron despedidos por su floja respuesta a la grave situación.
Las autoridades de Shenzhen, al Sur de China de la Provincia de Guangdong, el domingo decidieron poner a las comunidades residenciales en cuarentena, suspender el transporte y lanzamiento de pruebas masivas a partir de lunes.
«Si las medidas son eficaces, el país podría contener la propagación del virus en una semana y los casos confirmados se reducirán de forma significativa en dos semanas. Cero casos se puede esperar dentro de los 28 días«, dijo Wang Guangfa, experto del Hospital de la Universidad de Pekín.
/Globaltimes
