miércoles, septiembre 17, 2025
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El Pasillo: unas PASO sin pena ni gloria con un solo espacio que lleva una mujer al frente.

Otro domingo hermoso en San Juan, sol radiante, cielo diáfano y el mate presto a seguir acompañando. Así arranca El Pasillo hoy, aunque en vez de resumir el “café virtual” mañanero tendremos un popurrí de cosas que quedaron de las charlas de ayer sobre la presentación de los precandidatos sanjuaninos a las PASO.

A manera de resumen podemos decir que no hubo ninguna sorpresa, las listas se presentaron sin pena ni gloria y todo lo que se había insinuado como posible “sorpresa” no fue tal en ninguno de los dos frentes principales.
Tal vez el punto relevante es que Juntos por el Cambio es el único frente en la provincia que lleva una mujer en primer lugar, ni el Frente de Todos impulsor de la ley de paridad y de la ampliación de derechos de la mujer y las diversidades ni el Frente de Izquierda que debería teóricamente tener más tinte verde y violeta.


Así que si es por noticia, quien toma la bandera de la reivindicación de la participación femenina en San Juan es curiosamente el frente asociado a Bullrich y Macri, que lleva dos mujeres y un hombre en los tres titulares. Por la ley de paridad de género del año 2017 establece que las listas serán realizadas «ubicando de manera intercalada a mujeres y varones desde el/la primer/a candidato/a titular hasta el/la último/a candidato/a suplente»

Las otras noticias, si es que podríamos decir eso de algo que ya se sabía, la dieron Consenso Ischigualasto con Marcelo Arancibia a la cabeza en vez de Turcumán y que en el Frente de Izquierda habrá internas entre dos listas.

En donde hubo más ruido previo fue en el Frente de Todos, cuyo primer acto podríamos situarlo en marzo del año pasado en la interna del PJ donde el uñaquismo le pegó un masazo al giojismo con un contundente 70 a 30%.
El segundo acto fue la promovida interna bloquista, poniendo a Luis Rueda como actor protagónico en desmedro de Caselles. En plena pandemia y sin respetar protocolos se hizo una “remake” de la interna peronista y Rueda demolió a Caselles.
Así, Uñac-Rueda completaron el desplazamiento de la dupla que otrora cumpliese el mismo rol: Gioja-Caselles.


Cuando empezó el rum-rum de las PASO todos querían ser parte de la repartija y aparecieron todo tipo de especulaciones, posibles internas y el clásico amague a ver si el de arriba abre la puerta. De entradita nomás ya se sabía que Walberto Allende volvería a ser candidato, promovieron a Fabiola Aubone en las diversas actividades y Luis Rueda sonaba mediáticamente por la interna bloquista. El escenario estaba listo, el tercer acto se iniciaba con un desenlace anunciado y con confirmaciones ciertamente lapidarias para quienes soñaban disputar un espacio.
En este acto final quedó claro que el giojismo como tal ya no tiene un peso relevante en el Frente de Todos ni en el PJ, que la visita del apoderado para averiguar avales fue más marketing interno para ver si ligaban algo más que otra cosa. Aunque en política no existe el final hasta que la vida nos despida, los tres golpes de “el Sergio” a “el Flaco” han sido muy fuertes.
Tal vez Cabello, de la CGT, en su sincericidio de “que sólo el gobernador sabe quienes son los candidatos y si habrá internas” fue el que definió sin tapujos quién de verdad decidía y que el llamado consenso en esencia no era tal.


De nada valieron los amagues y presiones de diversos sectores de la militancia del Frente de Todos y el PJ, que se sintieron defraudados y hasta no representados o representadas como lo expresaron agrupaciones y sectores como las mujeres kirchneristas.
Lo que se demostró hasta ahora es que este amplio arco de militancia social, peronista y progresista está atomizado, vive en un manto de orfandad y la no participación “giojista” sepultaba la posibilidad de la presencia “militante del campo nacional y popular”.
Claramente no ven reflejados en los tres candidatos oficiales el proyecto de Alberto y Cristina. Ahora aparecen los enojados y desencantados, pero tarde, póstumamente. La realidad es que más allá de las declamaciones no se hizo nada para que este espacio se exprese en una interna y se esperó lo de siempre: «que nos llamen”. Nada nuevo y a la espera del cuarto acto llamado 2023.

A pesar de que en los medios se fogoneó que Juntos por el Cambio (JxC) San Juan estaba inmerso en divisiones y pujas por los cargos, que no deja de ser cierto, no tenía la magnitud del oficialismo por la sencilla razón de que en cuanto a militancia, partidos y organizaciones territoriales es ciertamente menor. 

El PRO en San Juan no tiene un peso fuerte más allá del nombre y las relaciones con el partido nacional y de cierta forma hace el rol de acompañante de Producción y Trabajo (PyT Basualdo-Orrego-Martín) que lidera este espacio en la provincia. Si se quiere el PRO hace las veces de del bloquismo de JxC.


No es menor el hecho de que sus dirigentes hayan estado envueltos en escándalos o procesos judiciales como el actual diputado nacional Eduardo Cáceres por violencia de género. Justamente la banca de Cáceres es una de las que se renueva.
El cambio de nombre del frente y la identificación con la línea nacional más dura del PRO y la UCR, muestran un completo giro a la derecha de Orrego y compañía, más allá de que a veces lo quieran disimular.
Se alejaron de los planteos moderados de Basualdo que propuso siempre una mirada más cercana a lo que podríamos llamar un centro con innegable tinte de raíz peronista. De hecho, el basualdismo es un desprendimiento del PJ local en la era giojista y en aquel entonces muy cercano a los Saad puntanos.
La inclusión de Dignidad Ciudadana, libertarios, autoconvocados y el peronismo republicano son quienes confirman este giro.


Al igual que con el FdT, siempre se mencionaron a los dos primeros candidatos, siempre con Susana Laciar como cabeza de lista, y como ya dijimos, esta nominación es un acierto de marketing político.
JxC puede enarbolar una bandera que nadie más puede en San Juan: llevan dos mujeres de titulares, Laciar de PyT y Alejandra Leonardo de la UCR.


Era obvio que por las estructuras locales la distribución de los candidatos titulares era para  PyT, PRO y UCR. Poco espacio le quedaba a Colombo que trató de ponderar su instalación para justificar su intención de ser candidato, pero al ser una elección nacional y tener al PRO y la UCR como los partidos nacionales más relevantes el espacio de maniobra de Rodolfo Colombo era casi nulo.

Laciar, Orrego, Falcón, Cornejo, todos han apuntado desde un primer momento a que esta es una elección “nacional” para tratar de salir de la postura “plebiscitaria” de Uñac que la provincializa al punto de casi mostrarla como un referéndum de su gestión.

Cada uno quiere elegir el campo de batalla donde se siente más fuerte, pero en cierto punto ambos se equivocan y la historia lo indica: siempre se vota con los pies en la provincia mirando a la nación.


JxC por su postura ideológica
de derecha se opone al gobierno de Alberto y Cristina y trata de despegarse de lo provincial donde el oficialismo puede tirar más la casa por la ventana. Es un reconocimiento a sentirse débiles en cuanto a la disputa provincial.
Por otro lado, el uñaquismo, al igual que hizo el giojismo en su momento,  trata de no mostrarse tan apegado de la gestión nacional tratando de seducir sectores medios más propensos al discurso de derecha. En cierto punto, esto une ambas estrategias, la distancia con el gobierno nacional.
Veremos seguramente un diálogo de sordos entre quienes vociferan contra el gobierno nacional y quienes ponderan la gestión de Uñac.

Desgraciadamente nos comimos el espacio con los dos frentes principales, pero queda tela para cortar para el próximo El Pasillo. Hasta el domingo que viene.

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